¿Qué sentido tiene dedicar un rico caladero a producir pienso para los cerdos?

Dajla, la antigua Villa Cisneros.
Dajla, la antigua Villa Cisneros.

La zona más rica en pesca en todo el Atlántico suroriental se queda sin sus más preciados recursos "gracias" a los intereses de países que alimentan sus cerdos y sus pollos con harina de pescado del antiguo banco sahariano.

¿Qué sentido tiene dedicar un rico caladero a producir pienso para los cerdos?

¿Tiene sentido dedicar un rico caladero saharaui a producir pienso para los cerdos en Europa? Mientras el sector pesquero español​ se lame sus heridas, pescadores y ciudadanos del antiguo territorio español de Dajla (antes Villa Cisneros) en el vecino Marruecos, contemplan desesperados e impotentes cómo su principal fuente de riqueza en aguas del rico caladero saharaui, la pesca, se convierte en pienso (harina de pescado) para los cerdos y los pollos que se crían en Europa, principalmente en territorios de España y Alemania, mientras que la población de aquella zona carece de los más necesario para alimentarse y que fue base de su sustento, el pescado. Dajla o ad-Dajla es una ciudad del Sahara Occidental, ​ con una población aproximada de 85.000 habitantes. Como la mayor parte del territorio, está controlada por Marruecos. 

En el caso de las heridas del sector pesquero en España están causadas por el mal reparto de TAC y cuotas que la Comisión Europea y el propio Gobierno central realizan año tras año a pesar de las protestas de las organizaciones pesqueras y, a título particular, armadores y tripulantes de todos y cada uno de los buques que integran la flota pesquera nacional.

La exportación de los recursos pesqueros propios convertidos en pienso o harina para alimentar cerdos y pollos españoles y alemanes que los habitantes del territorio saharaui nunca reciben, es consecuencia de la instalación en el área de Dajla de numerosas fábricas, en su mayoría de capital español, y la captura sin medida de peces de todo tipo y tamaño que realizan buques superarrastreros que esquilman de manera inmisericorde unas zonas de pesca que fueron muy ricas y en las que, en la actualidad, es cada vez más difícil lograr cubertadas que hagan rentable la pesca. Especialmente, para los pescadores saharauis, celosos siempre de aquellas aguas que explotaban con sentido común hasta que, hace 40 años, el poderío militar de Marruecos se impuso al derecho de unos ciudadanos del que fue Sáhara español y negoció con flotas –llegadas incluso de países lejanos como es el caso de China– unos derechos de pesca que, años después, han mermado de modo más que visible las posibilidades de capturas de una flota saharaui en cuya dimensión también tiene mucho que ver España.

Empresarios europeos conviven con los locales en una aparente armonía. Pero la intranquilidad en los vendedores de pescado de Dajla va in crescendo porque su producto escasea  y cada vez cuesta más lograr capturas que llevar a sus mercados. La elaboración industrial de harina de pescado, prima. Y merman las especies hasta hace bien poco tiempo relativamente fáciles de capturar porque, para lograr 200 kilogramos de pienso rico en Omega 3, se necesitan más de una tonelada de peces que los citados superarrastreros capturan en millones de toneladas.

La industria harinera española no es ajena a esta situación en el Sáhara Occidental. Y Mauritania y Senegal se suman al desastre que Marruecos propicia con su política pesquera. El primero de estos países, lindante con la zona sahariana que fue dominio español hasta poco antes de la muerte de Franco, dispone ya en su territorio de 28 fábricas de harina de pescado, y Senegal quiere seguir su estela mientras que sus ciudadanos, grandes pescadores, recurren cada vez más a  la emigración sea esta legal o ilegal.

En definitiva, la zona más rica en pesca en todo el Atlántico suroriental se queda sin sus más preciados recursos "gracias" a los intereses de países que, como ya se ha dicho de España y Alemania, alimentan sus cerdos y sus pollos con harina de pescado del antiguo banco sahariano. @mundiario

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