Rosalía Mera deja la impronta de una mujer, de una persona, y no del dinero

Rosalía Mera / wonderslist.com
Rosalía Mera / wonderslist.com

Hay ricos que olvidan de donde vienen. No es su caso: a Rosalía le parecía tremendo que el dinero fuese capaz de hacer a la gente importante, y tenía razón.

Rosalía Mera deja la impronta de una mujer, de una persona, y no del dinero

Poco después de las ocho de la tarde de este jueves fallecía Rosalía Mera, ex mujer de Amancio Ortega, cofundadora de Zara y la mujer más rica de España, según la revista Forbes.

Un ictus cerebral sufrido mientras pasaba unos días de descanso en Menorca se la llevó en cuestión de horas. Fue trasladada a Coruña y falleció en el Hospital San Rafael.

De la biografía de Rosalía Mera se destaca que ella conoció al que sería después su marido,  cuando trabajaba como costurera para La Maja. Juntos y ya casados, abrieron la primera tienda de Zara que, con el tiempo, devino en el imperio textil que conocemos hoy como Inditex.

Se separaron veinte años después, como apunta Jose Luis Gómez en su artículo para El PaísA Rosalía Mera no le gustaba la idea de ser "la mujer de", ni de ajustarse al estereotipo de “rica”.

Suele decirse que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, frase que personalmente no me gusta nada,  pero  con estas declaraciones transmitía que ella quería algo más que simplemente “estar”. Así hizo.

Somos muchos quienes en A Coruña la conocemos más por la Fundación Paideia, que toma acertadamente su nombre de un término griego con que se designa la formación para el deber cívico, de carácter integral y humano.

Rosalía Mera estudió Magisterio una vez ya casada y separada, y fundó Paideia con el propósito de ayudar a niños discapacitados. Dicha fundación,  en la actualidad,  cuenta con múltiples proyectos sociales de diversa naturaleza.

Hay muchos ricos que olvidan pronto el lugar de donde vienen y de qué lado están. Este no parecía ser su caso: a Rosalía le parecía tremendo que el dinero fuese capaz de hacer a la gente importante, y tenía razón.

Esta primavera se manifestaba pública y abiertamente en contra de los recortes en materia de sanidad y educación con unas contundentes afirmaciones: "Si regateamos en el tema de de la salud, de la infancia, de la educación, nos estamos haciendo un flaquísimo favor".

Me quedo con su labor social y con estas últimas palabras, a través de las cuales queda la impronta de la mujer, de la persona, y no del dinero.

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