El rescate de España depende de si Rajoy puede pagar el tipo de interés que le exige el mercado

 Cada día es más caro renovar los créditos en España via Compfight España sigue instalada en uno de los problemas más graves de su historia económica: tanto el Estado como sus empresas dedican miles y miles de millones de euros a pagar intereses de sus inmensas deudas, al tiempo que recortan en las cosas de comer de sus ciudadanos y trabajadores, millones de los cuales terminan en el paro, sin nada o con muy poco para poder vivir. Por eso se habla tanto del rescate de España, que de producirse supondría reconocer que no es un país viable por sí solo. El expresidente Rodríguez Zapatero coincide con Mariano Rajoy en que no es conveniente pedir ahora el rescate, pero cualquiera sabe si eso es bueno o malo para el presidente. Y para España. El diario El País, por ejemplo, sostiene lo contrario y no se cansa de publicar editoriales al respecto, aunque eso sería coherente con las distancias que suelen mantener tanto Zapatero como Rajoy con el influyente diario de Prisa. ¿Rescate sí o rescate no? Depende. Si España logra refinanciarse en el mercado a un tipo de interés razonable no debería pedir el rescate, pero si continúa yéndosele de la mano el pago de intereses no tendrá más remedio que hacerlo. De entrada, parece que Bruselas se compromete a dar más tiempo a España para ajustar el déficit público y eso es una buena noticia. Según los nuevos cálculos de Rajoy, la incógnita no se despejará antes de febrero. Pagar caras las renovaciones de los créditos para lo único que sirve es para elevar el interés medio de la deuda, que en España sube como la espuma. Pero con eso ni se evita la precariedad del sector público ni se resuelve el problema del sector privado, altamente endeudado y también con muchas dificultades para refinanciarse, lo que lastra su competitividad. Está bien saber manejar los tiempos pero, como suele comentar el columnista y tertuliano Miguel Ángel Aguilar, el presidente Rajoy no solo controla los tiempos sino que a menudo intenta escaquearse, como si el país funcionara con una especie de piloto automático. Aquí no estamos hablando de manejar los tiempos para ser o no ser candidato del PP, sino que hablamos de miles de millones de euros. Para entendernos: si no se rebaja la prima de riesgo y se estabiliza en torno a los 200 puntos, por mucho que se manejen los tiempos se dilapidarán los escasos recursos del Estado. En cambio, si se consigue un buen objetivo, el sector privado podría ahorrarse unos 40.000 millones en intereses, cifra que es similar a los intereses que paga el Estado por la deuda pública, sin contar amortizaciones, como se explica en el libro 'Cómo salir de esta' (Actualia Editorial), que se publicará en enero. Hablamos de palabras mayores. Según El País, el Gobierno de España debe pedir el rescate sin demora porque seguir aplazando la solicitud para que intervenga el Banco Central Europeo en el mercado de deuda equivale a “condenar” la economía a “una recesión prolongada” que tendrá su correlato más dramático en un mayor crecimiento del desempleo, entre otras cosas porque el tejido empresarial no puede sostener ya un coste tan elevado de su financiación. Ahora bien, que sea aconsejable o incluso necesario el rescate no quiere decir que sea agradable –los acreedores le echarán el ojo y puede que la mano a las pensiones-, de ahí que también haya que concederle un último margen de confianza al presidente Rajoy. @J_L_Gomez