Repsol demora su conexión con el puerto exterior cuando se abre el cierre de refinerías
La geografía de las refinerías está cambiando. De hecho, la pandemia podría acelerar el proceso de cambios de emplazamiento de las refinerías. De una parte, China ha pasado a convertirse en el principal país en lo tocante al refino de petróleo, desbancando a Estados Unidos. Responde a la dinámica económica de los países emergentes en donde las refinerías son necesarias para alimentar los procesos de crecimiento. De otra parte, las refinerías europeas empiezan a estar cuestionadas a nivel económico-financiero y, en algunos países desarrollados, empiezan a cerrar.
Las razones hay que verlas en la caída de demanda de energía como resultado de la paralización de las actividades económicas. Se constata, por ejemplo, una disminución de la producción de la industria automovilística, se asiste a un cierre y quiebra de empresas, a una desaceleración de la producción de productos químicos y lubrificantes, a un descenso del tráfico aéreo. En suma, estas industrias requieren, en la actualidad, un menor consumo energético y todas ellas se han apuntado a una menor utilización de energía procedente de recursos no renovables.
Cierres de refinerías en Europa y América
Por tanto, las refinerías afrontan nuevas transformaciones como reflejo de los movimientos de polarización económica, de relocalización industrial y deslocalización de empresas. Hasta el momento, los medios especializados citan que ya se han cerrado algunas en refinerías en América y Europa, en unos casos por sobrecapacidad y en otros por traslados. Los ejemplos de Shell en Lousiana o las reducciones en el Reino Unido semejan marcar una pauta.
En España hay un total de ocho refinerías de petróleo situadas en las proximidades de los puertos. Corresponden, en lo tocante a la gestión, a cuatro de Repsol, tres de Cepsa y una de British Petroleum. De la misma forma se puede subrayar que cinco gestionan grandes volúmenes de refino (Algeciras, Bilbao, Cartagena, Huelva y Tarragona) y tres operan con tráficos mucho más pequeños, menos de la mitad de los anteriores (A Coruña, Castellón y Santa Cruz de Tenerife). De las dos peninsulares, la primera pertenece a Repsol –todavía no conectada por el puerto exterior– y la segunda a British.
La pregunta es obvia: ¿las empresas españolas seguirán la tendencia internacional? Si así fuera, ¿qué refinería es la que está más expuesta a una reorganización empresarial? @mundiario