Solbes delata a Zapatero pero tampoco queda precisamente bien tras lo que hizo

Solbes y Zapatero
Pedro Solbes y José Luis Rodríguez Zapatero.

Confiesa ahora que comunicó la situación del país a Zapatero y que éste se negó en rotundo a escucharle y mucho menos cambiar la política económica de su legislatura.

Solbes delata a Zapatero pero tampoco queda precisamente bien tras lo que hizo

Las memorias “Recuerdos”, de Pedro Solbes, ministro de Economía y Hacienda y vicepresidente segundo del Gobierno en la época del ínclito Zapatero, presentadas en el Ateneo de Madrid, han desatado una candente polémica.

Solbes asegura que cuando ocupó su cargo ministerial con el llamado Illuminati fue plenamente consciente del alcance de la crisis y fue plenamente consciente de que en España había que dar un gran giro económico si no se quería dejar al país en la ruina y con un gravísimo endeudamiento.

Solbes confiesa que comunicó la situación del país a Zapatero y que éste se negó en rotundo a escucharle y mucho menos cambiar la política económica de su legislatura. "Pedro, este documento es inaceptable. Lo que propones lleva implícitas dos huelgas generales".

Hay analistas apuntan que la intervención de Sebastián, muy fuerte entonces en el entorno presidencial, fue capital en esta ceguera zapateril.

Una estrategia para la recuperación

Esta conducta es fiel retrato de lo que tuvimos como presidente del Gobierno. Si consciente del tema no hizo absolutamente nada, me faltan epítetos para calificarlo.

Solbes le aconsejó en el  supuesto informe llamado Una estrategia para la recuperación de la economía española una drástica reducción del gasto que afectaría a distintas parcelas del sector público incluyendo las pensiones, mucho más radical que la reducción que está haciendo Rajoy.

Ante la cerrazón del presidente, Solbes no pidió la dimisión, que es lo que hubiera hecho una persona con valores y principios, y se limitó a dejar esta oscura cuestión por escrito en un documento, un "non paper" en jerga oficial, que no pasan por registro tal vez para curar en salud su labor, su moral o su incierta  conciencia. Pero por lo que calló y engañó al país no lo sabemos ni él lo explica…

De ministro a consejero 

Pero qué casualidad: se aseguró su futuro laboral interviniendo en la venta de Endesa a la italiana ENEL, empresa en la que a día de hoy es miembro independiente del consejo de administración, un cargo de remuneración millonaria que ocupó tan sólo a los diez días de que el exministro cumpliera los dos años de incompatibilidad fijados por ley para los cargos políticos.

A esto hay que sumar los sabrosos emolumentos de su condición de ex ministro. No se ha investigado a fondo si se vendió Endesa al máximo, o hipotéticamente se vendió a buen precio pactando la incorporación de Solbes.

Lo curioso es que todos los socialistas que en su día defendieron a Solbes, hoy cargan a muerte contra él acusándole abiertamente de mentiroso y traidor, cubriendo las espaldas al mayor culpable de la mayor desgracia socioeconómica que ha caído sobre los ciudadanos españoles en las últimas décadas.

Lamentablemente, días antes de la reciente Conferencia Política del PSOE parecía que estaba habiendo un cambio de rumbo y que de algún modo empezaba a haber voces que reconocían la culpabilidad socialista en la crisis, pero el giro a la izquierda, giro en el que ven la solución del futuro del partido, ha abortado esta necesaria catarsis que centraría y daría credibilidad y seriedad “europea” al partido socialista.

Catadura moral

El sonrojante capítulo del informe de marras que el ex ministro se niega a enseñar -sin explicación alguna, ya que al menos intentaría callar las bocas de todos los que hoy le tachan de traidor y mentiroso- no es lo que importa en este turbio asunto.

Independientemente de la veracidad del tema del escrito, en sus memorias Solbes muestra con descaro su catadura moral, que acredita personalmente reconociendo que engañó a los ciudadanos, y ni siquiera pide disculpas por ello.  

El climax del engaño aconteció en el debate televisivo contra Pizarro. Destacados dirigentes del PSOE habían desaconsejado aquel combate televisado, convencidos de que el sesudo carácter de Solbes le haría perder. En el debate el entonces ministro negó como el apostól Pedro la crisis punto por punto en todo lo que el clarividente y acertado Pizarro exponía acusándole sin sonrojo de alarmista y antipatriota, cuando hoy sabemos que estaba al tanto de parte de la veracidad de lo que negaba.

Pizarro, al ostracismo

Y el pueblo, soberano pero desacertadísmo como hemos comprobado, dio como gran victorioso del debate a Solbes y mandó al ostracismo al válido Pizarro. A Solbes le dio igual poner en juego todo su prestigio para negar algo que él sabía que era cierto: que venía una crisis brutal, pero en las memorias reconoce que mintió públicamente -“en política hay que dar mensajes positivos”-, algo que sería más que vergonzante contar, pero a él, evidentemente, se la refanfinfla porque sabe que en este país es lo que hay.

En un país serio estaría defenestrado y no levantaría cabeza. Aquí no pasa nada… Ni siquiera una pequeña crítica de la derecha que con sus complejos calla. Luego se quejan del descrédito de los políticos.

Pedro Solbes sigue con su cargazo en Italia y su gran pensión. Qué vergüenza de país… ¿Qué lección de ética estamos dando?

Comentarios