Realidad y desigualdad van de la mano sin percibir atisbos de separación

La lucha de los trabajadores se hace más intensa en España.
No podemos ver lo que nos rodea porque no vemos lo que tenemos delante, estamos tan satisfechos de nosotros mismos que lo que pasa, pasa demasiado rápido como para ser percibido por la complacencia.
Realidad y desigualdad van de la mano sin percibir atisbos de separación

No podemos ver lo que nos rodea porque no vemos lo que tenemos delante, estamos tan satisfechos de nosotros mismos que lo que pasa, pasa demasiado rápido como para ser percibido por la complacencia. Hablamos mucho -demasiado- pero trabajamos poco y la realidad crece sin control. De vez en cuando es tan cruda que durante unos instantes parece que vemos pero al poco todo vuelve a la normalidad. La rutina charlatana y de café se nos acomoda y nos volvemos a sentir satisfechos, la desigualdad sigue creciendo mientras nosotros seguimos sin trabajar.

Compromiso y humildad

Realidad y desigualdad van de la mano sin percibir atisbos de separación. Está en nuestras manos pero solamente vemos lo que queremos ver, lo que nos dan y lo asimilamos fácil. Es tanta la comodidad que dejamos para otros lo que podemos ver, sentir e incluso opinar. Para que ir mas alla si todo está hecho, si nada cambia y qué dolor de cabeza da trabajar.

Es fácil, oigamos el run-rún, salgamos por unos instantes del circo y sentiremos nuestro entorno demandar compromiso y humildad. Es entonces cuando quizá nos pongamos a trabajar.

Comentarios