Toda Europa está muy pendiente de si España precisa recurrir al rescate

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
Un rescate europeo es una ayuda financiera que permite al BCE desplegar el programa de compra de deuda para rebajar la prima de riesgo.
Toda Europa está muy pendiente de si España precisa recurrir al rescate

European People's Party via Compfight 

El diario español El País reveló en diciembre de 2012 que el presidente Rajoy le confesó a los líderes sindicales que es la canciller Merkel quien desaconseja el rescate de España. No era difícil suponerlo, pero está bien saberlo y confirmarlo. Conviene darle al rescate de España la trascendencia que tiene y las penurias que acarrea, ya que es evidente que el rescate le interesa a los acreedores de España, pero también que no es seguro que sea bueno para sus ciudadanos. No hace falta ser muy listo para llegar a esa conclusión: basta ver lo que pasó –y pasa- en los países rescatados, donde a cambio de asegurarles financiación básica se les aprieta las tuercas bien a fondo. ¿Un ejemplo? Si hay rescate, van a tocar las pensiones. Líneas rojas, palabras mayores. Es más, si algo sabemos es que en todos los rescates la recesión suele impedir reducir el déficit, lo que precipita sacrificios no previstos. Por tanto, aun reconociendo que tal vez sea necesario y que también puede tener ventajas para muchas empresas ahora ahogadas financieramente, el rescate es un mal asunto. Ningún país próspero se levanta por la mañana pensando en pedir un rescate.

Sobre el papel, ¿de qué estamos hablando? En teoría, un rescate sería una ayuda financiera que permite al BCE desplegar el programa de compra de deuda para rebajar de forma significativa la prima de riesgo y mejorar la liquidez del sistema financiero. ¿Gratis? No. Y ahí está el problema para España, cuyo Tesoro tendrá que afrontar en 2013 renovaciones de crédito por 230.000 millones de euros. Como se exigirán garantías y no hay mucho que ofrecer, lo más probable es que los acreedores le echen el ojo a las pensiones de los españoles.

A día de hoy sabemos que la Moncloa está "mirando” la posibilidad de solicitar el rescate a Europa, según admitió el ministro Guindos. Pero su explicación fue ambigua: “El Gobierno no se resiste a nada, ve cuáles son los pros y los contras. Los tiempos son importantes. Hay que elegir la mejor decisión en el mejor momento posible”. Con Mariano Rajoy sucede más de lo mismo. Durante la última cumbre europea, el presidente del Gobierno descartó  que España vaya a solicitar el rescate de forma inminente. "Hoy no lo necesitamos", aseguró, al tiempo que aclaraba que si es necesario sí pedirá la ayuda europea. Pase lo que pase, Rajoy acertará en el pronóstico, pero no está tan claro que acierte en la decisión. @J_L_Gomez

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