Por qué no deberías plantearte ni en broma pasar tu hipoteca fija a una variable

Hipoteca. / Pixabay.
Hipoteca. / Pixabay.
En este momento de incertidumbre económica, hacerlo a tipo variable asocia más peros que ventajas y solo es conveniente si reúnes ciertas condiciones.
Por qué no deberías plantearte ni en broma pasar tu hipoteca fija a una variable

Esta semana se publicó una noticia sobre cómo cambiar tu hipoteca fija a una variable. Lo hizo un medio con autoridad suficiente como para que la gente no se cuestione demasiado la información que difunde. Y que nadie se lo tome personal, faltaría más, porque, si ya no se puede confiar ni en tu medio de cabecera, apaga y vámonos.

La noticia hubiera pasado inadvertida incluso para nosotros, los analistas de HelpMyCash, si el tema del que trata no tuviera la relevancia que tiene, porque la tiene. Hechas las aclaraciones pertinentes, vamos al lío: que se plantee ahora, justo ahora, la posibilidad de pasar tu hipoteca fija a una variable es un desacierto.

Para los que estáis empezando en el maravilloso mundo de las hipotecas y no sabéis de qué hablamos, resulta que esta sugerencia llega cuando el euríbor ha entrado en terreno positivo, algo que no pasaba desde hace seis años, que se dice pronto, pero en economía es una barbaridad de tiempo. Que el principal indicador con el que se calcula el interés de las hipotecas variables haya pasado de valores negativos a positivos en apenas unos meses supone que las personas que tienen una pagarán más en cuanto les toque la revisión de su hipoteca, que puede ser semestral o anual.

Cuotas más caras con tu hipoteca variable

Con un ejemplo se entiende mejor. Pongamos que tu vecino contrató una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años, con un interés de euribor más 0,90% cuando el valor del índice era de -0,487%. Manolo, que así se llama tu vecino, muy feliz él, pagaba unas mensualidades bastante razonables de 443 euros para su sueldo de 1.500 euros, un negocio redondo. En abril, que es cuando tendrá la revisión semestral de su hipoteca, sus mensualidades pasarán a costarle 493 euros si la media mensual del 0,263% se mantiene como está.

Y te preguntarás por qué esta gente de HelpMyCash se escandaliza tanto por 50 euros que, en realidad son 300 euros, dado que la hipoteca de Manolo se revisa cada seis meses. El problema es que ahí no acaba la cosa: si el euríbor continúa su escalada frenética y, pongamos, alcanza el 0,4%, que es el porcentaje que vaticina el Departamento de riesgos de Bankinter para diciembre de 2022, Manolo pagará unas cuotas mensuales de 503 euros. Si llega al 1%, su factura ascenderá a 547 euros; al 1,5%, será de 585 euros; 624 euros si alcanza el 2%…y así, sucesivamente.

Imaginemos por otro instante que Manolo, en vez de contratar una hipoteca variable, hubiera contratado una fija en las mismas condiciones, pero con un interés de alrededor el 1,30%. Su cuota se hubiera mantenido inamovible, bien quietecita, en 503 euros durante tres décadas sin importar el euríbor en positivo, la subida de tipos de interés que prevé para julio el Banco Central Europeo, el encarecimiento de la cesta de la compra, de la vida en general, las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania… Vamos, que bien podría caerse el mundo que su préstamo hipotecario seguiría costando 503 euros cada mes. Ni qué decir de la tranquilidad que está experimentando en estos momentos Manolo, tu vecino imaginario, que no contrató una hipoteca variable.

Entendido el contexto, volvamos con la noticia que ha suscitado este blog: no hay forma de defender ahora mismo un cambio de hipoteca fija a variable, de verdad que hemos intentado encontrar una razón, pero no.

¿A quién le puede interesar contratar una hipoteca variable en este clima?

Si estás pensando en contratar una hipoteca, desde HelpMyCash entendemos que barajes todas las posibilidades. Pero es bueno que sepas que, en este momento de incertidumbre económica, hacerlo a tipo variable asocia más peros que ventajas y solo es conveniente si reúnes ciertas condiciones.

No lo decimos solo nosotros. En entrevista con los responsables de Housfy, una de las agencias líderes de brókers hipotecarios, nos confirman que el cliente que más sentido tiene que contrate la modalidad variable es “aquel que pida una hipoteca a muy corto plazo o sabe que la puede cancelar pronto”. Te lo traducimos: una hipoteca variable tiene sentido única y exclusivamente para un tipo de persona con suficiente poder adquisitivo como para asumir unas cuotas altas que le permitan pagar lo antes posible el préstamo. Solo así podrá reducir el efecto de las futuras subidas del euríbor en sus mensualidades porque ya habrá pagado buena parte del dinero que debe. Por cierto, Housfy pronostica que el euríbor alcanzará un valor cercano al 1% al cierre de este año, un porcentaje mucho más inquietante que el que maneja Bankinter que ya, de por sí, era bastante inquietante.

Recientemente, varios medios se hicieron eco de unas declaraciones del presidente de la Asociación Hipotecaria Española, Santos González, que aseguraba que “ambas opciones -de intereses- son buenas”. Sin intención alguna de desacreditar al señor González, creemos más que conveniente matizar sus palabras: no es una buena opción ni mucho menos contratar un tipo variable si tu capacidad de devolver el préstamo de forma anticipada “es escasa o nula”, como también aciertan a indicar desde Housfy. La recomendación para estos clientes es ir sobre seguro y eso solo es posible con una hipoteca fija.

Sí es un buen momento para pasar tu hipoteca variable al fijo
A lo que sí te animamos sin dudarlo es a que cambies tu hipoteca variable a fija si todavía te queda bastante tiempo para saldar por completo tu deuda. Así ganarás en tranquilidad, que nunca está de más, e independencia de tanta subida y bajada de los macroindicadores, declaraciones in extremis de bancos centrales y situaciones varias que afectan directamente a tu bolsillo.

Habla con tu banco y proponle una novación o busca otro si este no quiere formalizar el cambio (subrogación o nueva hipoteca). Lo más probable es que pagues más por tus nuevas cuotas fijas que lo que venías haciendo con tu tipo variable, porque las entidades bancarias llevan meses aumentando el interés de las primeras. Pura estrategia de marketing: como saben que su margen de beneficio va a aumentar con los préstamos variables a la par que se dispara el euríbor, buscan la manera de desalentar al cliente a que contrate o se pase a la modalidad fija. ¿Y cómo lo logran? Lógicamente, aumentando el precio de las fijas y bajando el diferencial de las variables.

No te dejes llevar por la nueva psicología del mercado hipotecario. Si quieres cambiar tu hipoteca, haz cálculos, investiga opciones, compara ofertas y formaliza la operación cuanto antes. Es cierto que ya no estamos ante “las hipotecas fijas más baratas de la historia de España”, con tipos de alrededor del 1%, pero todavía puedes encontrar hipotecas fijas al 2% o por debajo (Targobank, Santander, Evo, Ibercaja), que sigue siendo un buen negocio.

Recuperemos a tu vecino Manolo para explicarlo con cifras, que siempre se entiende mejor. Recuerda que había contratado una hipoteca fija al 1,30% y pagaba unas cuotas de 503 euros. El Manolo de ahora, en cambio, ha contratado una fija en las mismas condiciones, pero con un interés del 2%. Esto deja sus mensualidades en 554 euros para toda la vida de su deuda. Sí, contratar en estos momentos es más caro que hace un año, para qué te vamos a decir que no. Pero, como dice el refrán, más vale tarde que nunca: una hipoteca al 2% es todavía una buena hipoteca. @mundiario

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