¿Puede seguir siendo susceptible de debate y oportunismo político la inversión en I+D+i?

Proyectos de I+D. / fundcopec-uc.cl
Proyectos de I+D. / fundcopec-uc.cl

Europa sostiene que el Horizonte 2020 contribuirá a construir una economía basada en el conocimiento y la innovación en toda la UE, movilizando una financiación "cuando menos a tener en cuenta", según Daniel Neira.

¿Puede seguir siendo susceptible de debate y oportunismo político la inversión en I+D+i?

La inversión en investigación, desarrollo e innovación en TIC y la aplicación de los resultados conseguidos a través de ésta son factores a tener muy en cuenta en la mejora de la competitividad de empresas y administraciones públicas. Así lo reconoce la Unión Europea, que en su Agenda Digital, establece como objetivo en el año 2020, duplicar el gasto público anual total en investigación y desarrollo de las TIC, de forma que se suscite un incremento equivalente del gasto privado. En el caso de la Agenda Digital para España las principales líneas de actuación son: incrementar la eficiencia de la inversión pública en I+D+i en TIC; fomentar la inversión privada en I+D+i en TIC; fomentar el I+D+i en TIC en pequeñas y medianas empresas, y ampliar la participación de España en I+D+i en TIC en el ámbito internacional. A su vez, las iniciativas planteadas en este sentido se alinean con la llamada Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación que destaca, entre otras cosas, el reto de avanzar hacia la economía y sociedad digital. Agenda Digital para España establece, por ejemplo, el desarrollo de un Plan de desarrollo e innovación del sector TIC que busca focalizar los recursos en "las iniciativas más relevantes del ámbito digital como el cloud computing, las smart Cities o el big data", y situar a España como "un destino atractivo para realizar inversiones en industrias de futuro".

"La inversión en I+D+i no puede seguir siendo susceptible de debate y oportunismo político, hay que asumir un compromiso —al igual que se hizo con las pensiones y el Pacto de Toledo— y solo revisarla para mejorarla", propone María Bastida, profesora del Departamento de Organización de Empresas y Comercialización de la USC, en un análisis hecho para incluir en el libro Cómo salir de esta. Basta echar una ojeada a la cantidad invertida por los países del entorno para ver que España va muy por detrás y, por tanto, que tiene una línea de actuación clara. "Pero en todo caso —añade la profesora Bastida—, puesto que los recursos disponibles son los que son, no se trata de financiar investigación por el mero hecho de que suponga investigar; hemos de centrarnos en impulsar investigación con expectativas de retorno". Lo importante, siendo prácticos, es conseguir potentes herramientas creadas para el éxito y facilidad de uso como Getresponse y otras similares en un mundo acostumbrado a las nuevas tecnologías como es, por ejemplo, el email marketing.

Los estudiantes suelen denominar a las materias fáciles asignaturas marías. Los políticos no le llaman maría a la I+D+i —más bien suele llenársele la boca cuando hablan de ello en las campañas electorales—, pero cuando gobiernan tratan fatal esto que llamamos Investigación, Desarrollo e innovación, habitualmente indicado por la expresión I+D+i o I+D+I—, un concepto de reciente aparición en el contexto de los estudios de ciencia, tecnología y sociedad, que supera el anterior concepto de Investigación y Desarrollo (I+D).

Los resultados no engañan: el gasto español en I+D cayó a medida que iba avanzando la crisis, mientras subía el de Europa. Digamos que la I+D+i no solo no es una maría, sino que es toda una asignatura pendiente. Y por eso mismo, la ciencia española hace a menudo las maletas, rumbo a otros países, ya que el recorte en I+D pone en fuga a los investigadores, sobre todo cuando son de alto nivel. En la sanidad, por ejemplo, el sistema de I+D está centrado en beneficios y no en necesidades de salud pública, como subraya el huffingtonpost.es. Cimentada en un injusto sistema de patentes, con el que las compañías consiguen crear monopolios y decidir los precios de sus medicamentos, la industria farmacéutica es la más rentable del mundo, por encima de la armamentística. Casi todas sus investigaciones están centradas en enfermedades rentables. Es decir, aquellas que afectan a un gran número de personas en países de ingresos medios y altos y aseguran un gran retorno de beneficios, mientras que las enfermedades raras o enfermedades que se dan, sobre todo, en países pobres (malaria, tuberculosis, chagas, leishmania, etc) son víctimas del olvido ante la falta de ingresos que podrían generar a la industria de este sector.

¿Alguna esperanza? Europa sostiene que el mencionado Horizonte 2020 contribuirá a construir una economía basada en el conocimiento y la innovación en toda la UE, movilizando una financiación "cuando menos a tener en cuenta", como advierte Daniel Neira en un análisis publicado en El Correo Gallego. El tiempo actual es clave para determinar quién reparte con quién la tarta, frente a la actitud de quedarse mirando a quien la corta, "esperando que nos dejen probar", ironiza el propio Neira. Salvando las distancias, pasaría un poco lo mismo que en la crisis del periodismo. Como dice Javier García Vila, director de la agencia Europa Press, lo que está en crisis no es la profesión, sino la estructura periodística, ya que, en realidad, "la revolución tecnológica ha creado un mundo perfecto para el profesional de los medios de comunicación".

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