La propuesta de Bolsonaro y el quilombo de la economía argentina

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Ambas naciones han suscrito múltiples tratados comerciales desde la creación de Mercosur. / RRSS

En su reciente visita a Buenos Aires, el mandatario brasileño habló de la posibilidad de crear una moneda única entre ambos países, un ofrecimiento que de concretarse podría extenderse para el resto de sus socios activos de Mercosur. 

La propuesta de Bolsonaro y el quilombo de la economía argentina

Buenos Aires fue testigo de un momento que podría marcar un punto de inflexión en las relaciones comerciales sudamericanas y en particular las que envuelven a Mercosur. El presidente de Brasil en plena visita oficial, propuso la creación de una moneda única, que un principio sería para uso comercial entre ambas naciones.

Todo esto ocurre en pleno proceso de dos situaciones particularmente delicadas que vive Argentina. La pérdida del poder de peso hasta en un 80 por ciento y las elecciones presidenciales de octubre.

El problema económico argentino es de vieja data, no es algo nuevo. Al menos hay que remontase a 1989 con la recordada hiperinflación que selló la derrota electoral de Raúl Alfonsín que tuvo una segunda parte ya con Carlos Menem en la Casa Rosada en 1990.

Después sufrieron un nuevo descalabro durante la Crisis de 2001, que le abrió las puertas al d Kirchner Fernández cuyas gestiones intentaban ponerse de lado de los ciudadanos por encima de las necesidades de libre mercado y con una marcada protección arancelaria.

El testigo lo tomó Mauricio Macri, un confeso político de derecha con claras ideas liberalizadoras, desencadenando una recesión que pone en entredicho la posibilidad que sea reelecto con el dúo Alberto Fernández y Cristina Fernández liderando las encuestas.

Ante estas particularidades ¿Tienen cabeza los argentinos para pensar en una moneda única? ¿Le conviene a Brasil justamente en este momento asociarse con Argentina para sacar adelante esta iniciativa?

Para los rioplatenses, las prioridades en este preciso momento pasan por el destino inmediato de su economía.  En cuanto al gigante amazónico, meterse en una relación comercial aún más íntima con un país cuya moneda vive tan delicado momento y en plena incertidumbre sobre el resultado electoral presidencial, puede ser una auténtica temeridad. @mundiario

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