La producción industrial en España se hunde a niveles históricos debido a la pandemia

españa
Un ensamblador en una línea de producción industrial en España / La Vanguardia.
Ese dato negativo es consecuencia directa de la crisis sanitaria y de la paralización casi total del sector industrial durante la primera quincena de abril.
La producción industrial en España se hunde a niveles históricos debido a la pandemia

La crisis sanitaria en España producto de la pandemia de coronavirus ya es mucho más que solo un problema de salud pública y recesión económica. Es un problema de seguridad nacional, pero no por algún tipo de amenaza externa, sino por la inestabilidad social, económica y laboral que genera el desplome de la actividad industrial. Hoy, el sistema de producción y exportación ha entrado en su fase más contractiva desde la Gran Depresión de 1929 y la recesión de 2009-2010. La producción industrial española se difumina día tras día a medida que el confinamiento no termina de desbloquear el funcionamiento integral de la economía del país.

Es por ello que la pandemia sigue dejando estadísticas para la historia. Tras los servicios y el turismo —ninguna llegada de visitantes extranjeros en abril; cero ingresos para un sector clave en el desempeño de la economía—, este viernes le ha tocado a la industria, trastocada por la caída de la fuerza laboral debido al miedo al contagio, así como por la reducción vertiginosa de la demanda y el funcionamiento de las cadenas de suministros industriales en masa a nivel global por el cierre de las rutas comerciales.

La producción del sector secundario español se desplomó un 33,6% en el cuarto mes del año respecto al mismo periodo de un año antes. Esto implica que se ha perdido un stock de capitales superior a los 1.000 millones de euros por la caída conjunta y casi simultánea en la movilización de los flujos de capitales dirigidos a inversiones y compras de bienes, activos, financiamientos e insumos industriales desde que inició la emergencia económica mundial por la pandemia.

Se trata del descenso interanual más acusado desde el inicio de la serie que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 1976. Por lo tanto, la contracción del sector industrial podría ralentizar las perspectivas de recuperación vaticinadas ayer por la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien afirmó que ve posible una salida de la crisis en forma de V, pero el golpe casi desprevenido de la industria convertirá a esa V en una U muy prolongada si el Gobierno no acude al rescate del sector por la vía de la liquidez cuando antes.

Además, la estadística revela un problema de calado en la sala de máquinas de la cuarta economía del euro: con el sector terciario parado desde el día cero de la pandemia y las manufacturas a medio gas, el campo y, sobre todo, los programas públicos de sostenimiento del empleo y del tejido empresarial han quedado durante semanas como los únicos resortes del sistema. Es decir, todo el entramado de mano de obra, empleos indirectos y estructuras de distribución dependientes de las industrias llevarían el PIB del sector a una contracción de -1%, lo que repercutiría en un 2% o incluso más en la caída que tendrá el PIB de España a fin de año.

Ese dato negativo es consecuencia directa de la crisis sanitaria y de la paralización casi total del sector industrial durante la primera quincena de abril, cuando se puso en marcha el permiso retribuido recuperable para trabajadores no esenciales, como reconoce el propio INE, el ente que lo ha hecho público a primera hora de este viernes.

Entonces, aunque no abundan los ERTE en el sector, no se ha esfumado el riesgo de que estalle una crisis laboral dentro de un eslabón crucial de la economía nacional, que provee al menos el 10% de las rentas externas que alimentan el presupuesto nacional por las exportaciones de manufactura española hacia el mercado interior europeo y otras latitudes. @mundiario

Comentarios