La privatización de la banca puede llevarse por delante miles de millones de euros

El ministro español de Economía, Luis de Guindos.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos.

Miles de millones de euros que pusieron los contribuyentes -¿recuerdan, los que se iban a devolver?- se han evaporado. Y encima ahora puede que regalen el futuro. ¡Ojo con Novagalicia!

La privatización de la banca puede llevarse por delante miles de millones de euros

Durante mucho tiempo y no una sino varias veces, miembros del Gobierno de Mariano Rajoy, incluido el propio presidente, destacaron que las ayudas a la banca se recuperarían. Pero va a ser que no.

Obviamente, no estamos hablando de uno ni de diez millones de euros, sino de muchos miles de millones de euros. Probablemente de más de 35.000 de los 52.000 millones que fueron inyectados en las cajas nacionalizadas, reconvertidas en bancos públicos que ahora volverán a manos privadas.

A menudo se solicitan comparecencias en el Congreso por asuntos de segunda división, a veces llamativos pero, vistos con perspectiva, intrascendentes. Éste no lo es. El Gobierno no solo debe dar explicaciones muy detalladas, sino someterse a todo tipo de preguntas, y sin demora.

Un problema urgente

¿Tanta es la urgencia? Sí, porque si no se aclara todo este inmenso lío financiero ahora, en unos meses solo tendrá interés para los historiadores, no para los contribuyentes. ¿Por qué? Muy sencillo: si las entidades que recibieron esos fondos se privatizan a toda prisa, nada será ya reversible. Y hay que pensar que si bien España no ha recibido más rescate que el de la banca, las condiciones fueron similares a las impuestas a Portugal, léase muchos sacrificios de miles de personas, tal vez millones. Hablamos de las vidas de mucha gente, de sus penas, no solo de cifras macroeconómicas.

Casos como el de Bankia, que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri, pero también otros como los de varias cajas o bancos medianos como el de Valencia o el Pastor -ambos desaparecidos- dieron mucho que pensar sobre el descontrol del sector en España. Por no hablar de aquella frase ya famosa del vicepresidente de la patronal española, Arturo Fernández: ”Aprobamos las cuentas de Bankia rápido para quitárnoslas de encima”.

En octubre de 2012 se supo que Bankia había sufrido las peores pérdidas de la historia financiera española. Sus números rojos alcanzaron el récord de los 7.053 millones de euros hasta septiembre de ese año, en el que la entidad cubrió el 75% de los saneamientos inmobiliarios exigidos. Del descontrol financiero en el país puede dar idea que el Banco de España concluyó en 2011 que Bankia era muy solvente. Tanto, que su servicio de inspección situaba al grupo de Rodrigo Rato mejor que a Santander y BBVA en diciembre de dicho ejercicio, solo seis meses antes de su colapso.

Poco margen

Todo esto y muchas otras cosas similares no pueden sepultarse con un par de decretos, sin que aquí no pase nada y encima se hagan privatizaciones que, con el tiempo, harán a algunos multimillonarios. El Gobierno se equivocó en su diagnóstico, le contó un cuento a la gente y ahora debe explicarse a fondo y actuar con transparencia, que es justo lo contrario de lo que no hace detrás de esas horribles siglas llamadas FROB, por corresponder al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.

Ojo, pues, al asunto también desde Galicia, donde el Estado inyectó miles de millones en Novagalicia, que ahora puede ser objeto de una privatización sin luz ni taquígrafos. Si al menos mantienen la entidad y ésta no se diluye en las redes de la gran banca española, algo se habrá conseguido. Pero si encima la decisión se convierte en el regalo de un mercado financiero, costaría encontrar calificativos para semejante fechoría. A día de hoy no hay nada que no tenga remedio. Dentro de unas semanas ya no se podrá decir lo mismo. @J_L_Gomez

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