¿Pueden mantenerse todas las prestaciones sociales e incluso mejorarlas?

Tesorería de la Seguridad Social.
Tesorería de la Seguridad Social.

La Seguridad Social está condenada a subir sus gastos de forma exponencial y tenemos que preguntarnos si queremos afrontarlos, y en caso positivo, como podremos lograrlo.

¿Pueden mantenerse todas las prestaciones sociales e incluso mejorarlas?

La Seguridad Social está condenada a subir sus gastos de forma exponencial y tenemos que preguntarnos si queremos afrontarlos, y en caso positivo, como podremos lograrlo.

 

Hace mucho tiempo que en Europa llegamos a la conclusión de que el ser humano, por el mero hecho de serlo, tiene unos derechos que nuestra conciencia no nos permite negar, básicamente el derecho a la salud, a una educación, y a una jubilación suficiente. La pensión de jubilación porque hemos cotizado toda la vida para conseguirla, y es el Estado el que ha dispuesto mal nuestro fondo empleando para el presente y no guardándolo para el futuro, y la educación porque el saber actual no es patrimonio de nadie, es historia y esfuerzo colectivo que debe transmitirse de generación en generación sin privilegios de clase o de capacidad económica. 

La salud es un caso diferente porque los avances de la medicina son vertiginosos y caros, muy caros. Hoy en día podemos trasplantar casi todo, inventamos sofisticados aparatos, y alargamos la vida más allá de los cien años si nos cuidamos mínimamente, y a más técnica mas gasto y mas esperanza de vida, y a mayor esperanza de vida mas gasto. Si continuamos atendiendo a todo el que lo necesita, y no parece que estemos preparados para negar ayuda a nadie, tenemos un verdadero problema que en un corto plazo no sabremos resolver. 

Por una vez deberíamos planificar las cosas, mirar al problema de frente, encararlo, y darle solución si somos capaces o prepararnos para la derrota. Lo primero sería acotar en la medida de lo posible la gente a la que el sistema debe atender, por ejemplo, casi nueve millones de personas acuden a la Sanidad privada y se pagan sus medicinas utilizando de forma general los seguros privados de salud. Esta faceta habría que fomentarla volviendo a dar a ese gasto una desgravacion fiscal que incentive su uso. Ello permitiría reducir el número de pacientes que acuden a la Seguridad Social y contener el gasto. Algo así ocurre con la enseñanza donde para dar cálida publica hay que fomentar que la privada sea accesible a mas gente con posibilidad de pagarla, y el ahorro que proceda por cada alumno que no acude a la enseñanza pública debe ser considerado y también tener una desgravacion fiscal o una subvención en la privada. A todos nos gustaría que fuesen públicos y gratuitos todos los servicios sociales pero la realidad es que si los que utilizan la medicina y la enseñanza privada fuesen a la pública, el sistema estaría en quiebra total. 

El tema de las pensiones de jubilación no es tan complicado como el de la salud porque su gasto se estabilizará e incluso disminuirá cuando esta generación sin hijos o con uno solo llegue a jubilarse, además si no cotizamos para que existan las pensiones habría que volver a sostener a los mayores por la  familia lo que sería más caro, pero  también admite mejoras. Están los planes de pensiones que tanto nos invitan a tener sin advertirnos de que el trato fiscal nos impedirá recuperarlo a la vejez salvo pagando astronómicos porcentajes a Hacienda. Estos planes de pensiones deben tener un tratamiento más favorable que no consista en desgravar cuando se aporta para pagarlo todo de golpe cuando llega la jubilación.

Aún así, después de todas las reformas que fomenten que no acuda al Estado quien no lo necesite, es posible que los avances tecnológicos en materia de salud lleven a un gasto público insostenible en estos momentos. Para ello es necesario hacer una consulta popular sobre si quiere mantenerse o disminuirse, y advertir que de mantenerse habrá que ir adecuando el sistema de cotización al alza para evitar déficit. En Suiza se hizo y votaron seguir con el sistema aunque haya que ir pagando más en el futuro.

Mantener el sistema de prestaciones actual en Europa, incluido el de España equipado a los demás países porque en esto no debería haber diferencias, requiere planificación, realismo y deseo de mantenerlo por encima de todo. Para ello y para mantener nuestros productos competitivos, hay que dejarse de acuerdos económicos en función de los intereses de cuatro multinacionales y poner aranceles en función de si se produce en las mismas condiciones que nosotros o en otras mas económicas pero intolerables, es decir, para calcular el arancel que se pone a otro país habría que tener en cuenta y tiene trabajadores con derechos o sin derechos, si contamina o gasta en no hacerlo, si su moneda es flotante o está sometida al arbitrio de gobiernos no siempre democráticos, etc. No se trata de establecer la autarquía pero si la justicia social por encima de intereses privados.

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