El plan para bajar la factura de luz se retrasa: España y Portugal, en manos de Bruselas

Teresa Ribera, Margrethe Vestager y Duarte Cordeiro. Twitter @mitecogob
Teresa Ribera, Margrethe Vestager y Duarte Cordeiro. Twitter @mitecogob

Una diferencia formal en los decretos de Madrid y Lisboa suscita dudas sobre la aplicación de la medida para limitar el precio del gas y el carbón, que recibió el visto bueno preliminar de la Comisión Europea hace un mes.

El plan para bajar la factura de luz se retrasa: España y Portugal, en manos de Bruselas

España y Portugal anunciaron en abril un ‘acuerdo político’ con la Comisión Europea para poner en marcha ‘de forma inmediata’ su propuesta para limitar el precio del gas y del carbón, un instrumento temporal que permitirá rebajar el coste de la luz y la inflación. Los dos países ibéricos publicaron la medida en sus boletines oficiales, pero tres semanas después el plan que busca aliviar el bolsillo de los consumidores sigue sin saltar del papel a la realidad.

Según fuentes comunitarias, el principal problema en la aprobación ha sido el tiempo. Estas fuentes aseguran que las notificaciones preceptivas llegaron a Bruselas hace apenas una semana, chocando con varios días festivos (jueves y viernes de la semana pasada y lunes próximo). Pero Madrid sostiene que el plan fue remitido al Ejecutivo comunitario hace dos semanas. 

Decretos diferentes

El visto bueno final además se ha topado con otro obstáculo en su camino: una diferencia formal en los decretos publicados por los dos países, que ha suscitado dudas sobre la aplicación en conjunto de la medida. España publicó en el BOE un texto de 63 páginas cargado de detalles, mientras que Portugal apostó por una síntesis de 7 páginas para explicar la aplicación de la norma. La Comisión Europea teme que los consumidores españoles y portugueses, en la práctica, reciban un trato diferenciado tras la aprobación del límite al precio del gas.

“Los consumidores españoles y portugueses serán tratados por igual tras el límite al precio del gas”, ha insistido Duarte Cordeiro, ministro luso de Medio Ambiente y Acción Climática. “Tenemos procesos de construcción regulatoria distintos. En nuestro caso, ERSE (Entidade Reguladora dos Serviços Energéticos) asume parte del proceso, por eso los decretos tienen esas diferencias. Lo que interesa es que al final sean simétricos y la aplicación sea idéntica”, justificó en declaraciones a El País. El regulador publicó una nota aclaratoria sobre el mecanismo este jueves. 

Los expertos añaden que otra clave en la demora del proceso que ahora está en manos de Bruselas es que el trámite parte de cero: no existen precedentes sobre un límite al precio del combustible para abaratar el coste de la energía.  

En cualquier caso, España y Portugal confían en que la luz verde definitiva del Ejecutivo comunitario llegará en cualquier momento. Fuentes comunitarias han explicado que en este caso el procedimiento administrativo solo requiere un “procedimiento escrito”, lo que en la práctica significa que apenas el departamento que dirige la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, constate que todo está en orden el mecanismo ibérico podrá entrar en vigor. 

El Gobierno de Pedro Sánchez confía en que el límite fijado bajará la factura de la energía en torno al 22% en el mercado mayorista y entre un 15% y un 20% en los hogares acogidos a una tarifa regulada. Del otro lado de la frontera, Portugal estima que con el mecanismo los consumidores se habrían ahorrado un 18% en su recibo desde el inicio de 2022. @mundiario