La piratería, una amenaza constante en el Golfo de Guinea

Golfo de Guinea. / commons.wikimedia.org
Golfo de Guinea. / commons.wikimedia.org

En los últimos meses han sido secuestrados 9 tripulantes de dos buques. España ha desplazado a la zona el patrullero "Vigía" de la Armada. 

La piratería, una amenaza constante en el Golfo de Guinea

El incremento de la piratería en la zona es, ya, algo más que una simple amenaza. Los actos de piratería se suceden en aguas del Golfo de Guinea y la Organización Marítima Internacional (OMI) ha demandado una mayor colaboración de los países que la integran al tiempo que se da una respuestas contundente para afrontar la escalada en los ataques realizados por los piratas que ya no solo actúan en aguas somalíes (Índico) sino, de forma muy acusada, en las del Golfo de Guinea. Es, realmente, una seria amenaza para la vida y el bienestar de los pescadores y la seguridad del transporte marítimo en aquella región.

El último informe de piratería global de IMB, referidos a los cinco primeros meses de este año 2021, relatan 38 incidentes (47 durante el mismo período del año pasado). En el primer trimestre de 2021, el Centro de Notificación de Piratería (PRC) informó del abordaje de 33 buques, dos intentos de ataque, dos embarcaciones que recibieron disparos y una embarcación secuestrada.

Si bien es cierto que el número de incidentes por piratería ha sido menor en el primer trimestre de 2021, no es menos cierto que se ha incrementado la violencia contra las tripulaciones, en comparación con años anteriores: 40 tripulantes secuestrados desde principios de 2021 (22 en el primer trimestre del año 2020). Y un muerto durante el primer trimestre de 2021.Son datos que evidencian la peligrosidad de esas aguas puesto que el 43% de todos los incidentes de piratería notificados oficialmente se producen en aquella región.

130 tripulantes secuestrados en 2020

En la actualidad la preocupación se centra en el Golfo de Guinea donde, según la Organización Marítima Internacional, se registró en 2020 más del 95% de los secuestros de barcos, con 130 de los 135 tripulantes secuestrados en el mundo.

En un seminario virtual sobre la piratería celebrado esta semana por la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC), miembros de la Armada española y otros expertos en materia de defensa han coincidido en que las aguas atlánticas del Golfo de Guinea son las que, en este momento, generan la mayor inseguridad y preocupación, similar a la que hace unos años sufrían los buques de pesca y mercantes en el Índico, en las correspondientes a Somalia. Una situación que ha mejorado gracias al despliegue de medios de la Unión Europea, como ha sido y es la conocida como "Operación Atalanta" (iniciada en 2008) y la aplicación de medidas como la contratación de vigilancia privada en los buques y la creación, en el propio buque, de zonas de seguridad para la tripulación.

Precisamente aquí, en el Índico, va a mantener España su presencia militar hasta, al menos, el 2022. El estamento militar considera que no se puede "relajar" tal dispositivo por cuanto al comprobar los piratas que no hay vigilancia europea volverán a atacar a los barcos. Pero es el Golfo de Guinea donde resulta más difícil mejorar la situación, pronosticándose nuevos ataques en los buques en la zona. El origen de estos, según Fernando Ibáñez, doctor en Conflictos y Seguridad y profesor de la Universidad a Distancia de Madrid y del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (Cisde), está en Nigeria, más en concreto en el delta del Níger, donde se debate, sobre todo cuestiones de soberanía de los Estados de ese vasto territorio y la inexistencia de mecanismos jurídicos adecuados, con la excepción de la propia Nigeria, que sí dispone de legislación para abordar la piratería y capacidad para patrullar las costas. 

Julio Morón, director gerente de OPAGAC, manifestó en la indicada conferencia virtual, que la flota atunera española que faena en caladeros atlánticos como los de Gabón o Costa de Marfil, intenta evitar la zona más conflictiva del golfo de Guinea, lo que no evita los temores a la extensión de nuevos asaltos. A pesar de ello existe el convencimiento de que en aguas del Golfo de Guinea no se van a poder repetir episodios como los conocidos por la sociedad española protagonizados por los buques "Alakrana" o "Playa de Bakio".

Los piratas que operan en el Golfo de Guinea están bien equipados

Michael Howlett, director de la IMB, estima que "los piratas que operan en el Golfo de Guinea están bien equipados para atacar lejos de las costas y no tienen miedo de emprender acciones violentas contra tripulaciones inocentes". Es fundamental, ha dicho, que "los marinos se mantengan  cautelosos y vigilantes cuando naveguen en aguas cercanas y que denuncien todos los incidentes a las autoridades regionales  y a la IMB PRC. Solo mejores canales  de intercambio de información y una mayor colaboración entre las autoridades de respuesta marítima reducirán el riesgo para la gente de mar en la región".

A estos efectos, el Comité de Seguridad Marítima ha adoptado una resolución que contempla las acciones necesarias para frenar la piratería y el robo a mano armada en el tantas veces citado Golfo de Guinea. Mientras que la OMI ha pedido a sus Estados miembros, autoridades nacionales, Naciones Unidas y otras organizaciones que consideren  el fortalecimiento de la  aplicación de la ley para detener y enjuiciar a los piratas en sus respectivas jurisdicciones, siempre de conformidad con el derecho internacional y los marcos legales nacionales.

El golfo de Guinea se extiende 5-700 kilómetros cuadrados desde Senegal a Angola. Es el primer refugio de piratas del mundo. En aquellas aguas navegan anualmente del orden de los 20.000 barcos. El mes pasado, 234 empresas y armadores pidieron la creación de una coalición internacional para luchar de manera más eficaz contra la piratería marítima.

En el primer trimestre de 2021 solo se ha informado de un incidente de piratería en Somalia. En el estrecho de Singapur se han producido seis incidentes de piratería en ese mismo período de tiempo, En Indonesia siguen produciéndose  resultados positivos y solo se reportaron dos casos de buques fondeados asaltados. Y en Callao Anchorage (Perú) se ha detectado un aumento en los incidentes de piratería, con cinco casos en los primeros tres meses de este año. @mundiario 

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