Organismos como la Airef o el Banco de España exageran a veces para centrar al Gobierno

Una presentación en la Airef. / Mundiario
Una presentación en la Airef. / Mundiario

El último grito en este sentido serían los incentivos fiscales que podrían recortarse y que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal sitúa en un horizonte de hasta 70.000 millones de euros; es decir, más del doble del actual déficit público, de unos 32.000 millones.

Organismos como la Airef o el Banco de España exageran a veces para centrar al Gobierno

Más allá del Brexit o de la tensión comercial entre China y EE UU, ¿tiene España los deberes internos bien hechos? La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que preside José Luis Escrivá, no parece llevarse las manos a la cabeza, aunque con este tipo de organismos –pasa lo mismo con el Banco de España– siempre hay que tener cuidado porque unas veces exageran sus críticas para condicionar al Gobierno de turno y otras dan más rienda suelta. Asuntos como las pensiones, el déficit o el salario mínimo es habitual que den pie a encendidas polémicas.

El último grito en este sentido serían los incentivos fiscales que podrían recortarse y que la Airef sitúa en un horizonte de hasta 70.000 millones de euros; es decir, más del doble del actual déficit público, de unos 32.000 millones. Quiere eso decir que en España puede haber suculentos incentivos fiscales discrecionales, sobre todo en impuestos como el IVA, el IRPF o el de Sociedades. Curiosamente, donde ve menos recorrido la Airef es en Sociedades, el impuesto que aporta hoy un 38% menos que en 2007, cuando el IVA aporta un 40% más y el IRPF un 19% más.

Por otra parte, la Airef admite ahora que el alza del salario mínimo no está teniendo efectos negativos en el empleo. “No encontramos ningún efecto negativo en estos cuatro meses” sobre el mercado laboral, “en ningún ángulo” debido a la subida del salario mínimo, reconocieron fuentes del organismo, coincidiendo con la remisión al Gobierno de su evaluación del Programa de Estabilidad. Su presidente, Juan Luis Escrivá, no dijo nada distinto en la X Reunión Anual Foro Económico de Galicia.

¿Tiene el Brexit una importancia relativa para la economía? ¿Está la economía española en un término medio, ni muy bien ni muy mal? A juzgar por los debates del Foro Económico de Galicia en A Toxa parece que sí. Sin  embargo, todo puede ser cuestionable.

Si el Brexit se consuma es evidente que lo más inteligente, desde el punto de vista económico, es descubrir lo que también tiene de oportunidad. Por ejemplo, el Xacobeo puede ser favorecido por el turismo inglés, copioso en el Mediterráneo pero escaso en Galicia. Pero lo cierto es que el Brexit se las trae, tanto para algunos sectores de la economía gallega como para miles de paisanos que trabajan en el Reino Unido y que no saben bien cómo quedará su situación laboral y, a futuro, sus derechos sociales. Se puede, por tanto, relativizar la importancia del Brexit pero no minimizarla. De alguna manera lo refleja bien el resultado de una encuesta que comentó el profesor Fernando González Laxe: la población está más preocupada que los propios sectores afectados por el Brexit, lo que prueba que hay una sensación general –¿tal vez política?– y un importante factor humano.

En ese clima de preocupación general ante el Brexit destaca la inquietud de los jóvenes –comprensible–, los riesgos que entraña el comercio exterior –léase en alimentación, farmacia y componentes para la automoción– y la posible elevación de algunos precios. La sensibilidad de Juan Manuel Vieites, de Anfaco, que sabe mirar más allá de lo que cuestan las conservas, resume bien el problema al advertir de que el Brexit es una crisis de la democracia representativa. Vieites, que tiene mucho mundo, intuye que –en el fondo– sufren más los que se van (los británicos) que los que se quedan (los europeos) y que el Brexit sin acuerdo puede ser un caos pero siempre una oportunidad para aquellos que sepan aprovecharla. Otro ejemplo: pase lo que pase, Londres es y será un gran escaparate para el mundo de la moda, como resume Adriana Domínguez, de AD.

En juego siguen estando, pues, la posible devaluación de la libra, como sugiere María J. Moral Rincón, de Funcas, y el acertijo que supone preparar planes de contingencia en las empresas, al no haber una hoja de ruta, como observa Antón Costas, de la Universidad de Barcelona. @J_L_Gomez

Diez ediciones de la Reunión Anual del Foro

El Mosteiro de Santo Estevo de Ribas do Sil (Ourense) acogió los días 23 e 24 de septiembre de 2010 el primer Foro Económico de Galicia, que este año celebró en A Toxa su décima Reunión Anual, mientras que la celebración del décimo aniversario coincidirá con la presentación de su Anuario 2019 en A Coruña. Ourense estuvo ligada a su nacimiento por su primera sede física y también por el vínculo de sus fundadores: Emilio Pérez Nieto, del grupo empresarial Pérez Rumbao, y Santiago Lago, profesor del campus ourensán, adscrito a la Universidade de Vigo.

––––––– PROTAGONISTAS –––––––

> Xosé Carlos Arias, catedrático de economía.- Galicia 2040 estudiará el mundo que viene por delante, en el seno del Foro Económico de Galicia. Arias es el director de Galicia 2040, donde Domingo Docampo y María Cadaval son adjuntos al Director y José Francisco Armesto, secretario.

> Santiago Lago Peñas, catedrático de economía.- Diez años del Foro Económico de Galicia que él dirige, bajo la presidencia de Emilio Pérez Nieto, permiten dar por hecha la consolidación de esta iniciativa gallega con raíces ourensanas. Como resume Patricio Sánchez, el Foro es hoy un referente en Galicia.

> José González, conselleiro de Medio Rural.- En el Gobierno de Feijóo ya no hay solo políticos de perfil bajo. El rol de González en el Foro Económico de Galicia deja entrever que pisa fuerte y que quiere jugar un papel importante en relación con los empresarios; máxime si son inversores.

> Fernando González Laxe, catedrático de economía.- Ante el Brexit, Galicia no está entre las regiones europeas más afectadas y España tampoco está entre los estados más sensibles. Pero no por ello hay que perder de vista las políticas sociales referidas a los gallegos que trabajan en el Reino Unido.

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