El olimpo empresarial no prestó suficiente auxilio al Gobierno para importar material sanitario

Aplausos a los sanitarios. / FrAn LaREo en MUNDIARIO
Aplausos a los sanitarios. / FrAn LaREo en MUNDIARIO

​¿Han desaparecido los agregados comerciales en las embajadas de España en Asia? ¿O es que solo tenemos becarios? Se ha dado tal vaciado de funcionarios de alta dirección de los cuerpos del Estado que da la impresión de total nulidad; máxime en una crisis como la del coronavirus.

El olimpo empresarial no prestó suficiente auxilio al Gobierno para importar material sanitario

A medida que avanza esta pandemia más asombro provoca el examen de la cantidad de asuntos que han sido mal resueltos por la acción del Gobierno y que además resultan inexplicables. El interés del análisis de estos asuntos se vincula al hecho indiscutible de que las medidas que se adopten en el futuro próximo dependen de lo actuado en el presente.

Tanto el contenido de estas medidas como la intensidad y el período temporal de la política económica a implentar –una vez superado el momento crítico de la pandemia– vendrán determinados por las actuaciones previas, sean éstas erróneas o acertadas. Sin embargo, no citaremos ningún aspecto relacionado con asuntos técnico/médicos si no solo aquellos que dependen del talento organizativo, de las facultades de aprovisionamiento, de la acción coordinada con los gobiernos autonómicos. Trataremos, en fin, de la capacidad de gobernar más allá de la comunicación en ruedas de prensa, de formato singular, por cierto.

Una visión amplia

Nos referimos también a la aptitud de anticipación ante la epidemia, a la capacidad de suministro de material de protección (para sanitarios y para el público en general) así como al tipo de medidas de acompañamiento del estado de alarma.

Desde el conocimiento de la característica exportadora e importadora de la economía gallega, especialmente de una parte muy significativa como es el sector pesquero, conocemos las fluidas relaciones permanentes de empresas de la industria pesquera (en la que incluimos el subsector industrial transformador por estar integrado) con países asiáticos: China, Singapur, Corea, India , Taiwan,… En China, en concreto, hay varias delegaciones de empresas pesqueras gallegas  y existen asimismo exportaciones e importaciones de otros bienes industriales –desde productos de automoción a productos de la industria de confección–, prueba del know-how gallego, ya que se trata de relaciones que podemos denominar estructurales.

Existe conocimiento de intercambio, de producción conjunta de relaciones financieras estables… Es decir, el mundo que vive en Asia no es  ignoto ni lejano  para la industria gallega: la importación y la exportación son corrientes económicas habituales. En Galiza hay, pues, relaciones económicas con China y no por razones de turismo.

El papel de las compañías internacionalizadas

Pues bien, de la misma manera que en nuestra nación parte –pequeña y poco apreciada– del Estado español se puede aportar conocimientos para comprar lo necesario de forma urgente, por fuera del mercado de tiburones, a precios de mercado normal, lo que ya se ha hecho, ¿cómo se explica que el saber hacer de los grandes conocedores de los mercados del mundo que florecen en la industria española de alto estanding no se haya puesto al servicio del Estado en una ocasión excepcional como esta?

¿Cómo es posible que el Olimpo madrileño de altísimos –por sus ingresos los conoceréis– dirigentes de empresa no hayan prestado colaboración al Gobierno estatal –o alternativamente, que el Gobierno no haya usado autoridad para actuar– para la compra ipso facto de mascarillas, otro material de protección y todo lo que determine que sea imprescindible para no dar lástima en foros internacionales, así como para no enviar a la guerra al personal sanitario sin proteger y sin armas de combate antiepidemia? El espectáculo penoso está compuesto de un ir y venir de cifras de mascarillas manejadas a gusto de tertulianos y supuestos informantes durante 15 días de confinamiento.

Decimocuarta potencia mundial

¿Cómo es posible que el Gobierno del Estado español, decimocuarta potencia mundial, sea tan débil, y presente como disculpa argumentos cuasi infantiles para justificar lo que no tiene defensa ni fundamento posible? La explicación no se encuentra en una mirada simple al Gobierno. Su composición no es más que un reflejo de lo que da de sí el Estado, y éste, por razones varias, es un Estado débil con una economía fuerte, es un Estado de un país con mas fortaleza económica que institucional.

Del caso que citamos arriba de los aprovisionamientos internacionales surge inevitablemente  una pregunta: ¿no hay quizás en la industria española capacidad de fabricación, por vía de urgencia, de  elementos protectores tan simples técnicamente hablando que cualquier amateur puede fabricar cascos protectores con una impresora doméstica en tres dimensiones? ¿Y las mascarillas? ¿Qué se precisa? Tela adecuada, máquina de coser (recordemos ese invento del siglo XIX) y nada más.

Un Estado conformado por autonomías

No ha habido organizador capaz. Al contrario, alguien –y gracias a una ocurrencia de corte absolutamente recentralizador– se ha ocupado de desorganizar. Una vez constituido legalmente el comité para gestionar la crisis social y sanitaria de la pandemia en Madrid, no se consideró el “detalle” de que el Estado español es, desde 1978, un Estado conformado por autonomías. En el caso concreto de las competencias en materia sanitaria hace más de 40 años que se gestionan de forma autonómica, con distintas velocidades y fortuna, los servicios de sanidad. De forma puntual, ocasionalmente, se llevaron a cabo compras conjuntas previo acuerdo de distintas autonomías, pero nunca ha existido un órgano colegiado con dotación ejecutiva.

La actuación del mando único ha resultado ser un fracaso y un caos de forma que están de facto reasumidas las competencias autonómicas. No se ha sabido tener en cuenta que junto con el ejercicio de las competencias de dirección y gestión en términos exclusivos, también se han ido adquiriendo capacidades en saber hacer y hoy en día los mejores técnicos en administración y dirección están formando parte de los órganos de gobierno autonómicos. Lo idóneo sería contar con ellos en un proceso de crisis colaborativo y no como se ha hecho ignorando sus dedicaciones bajo un “ordeno y mando”. La experiencia ha resultado tan deplorable que ni siquiera hay un acuerdo en la elaboración de las estadísticas de afectados que a diario son dadas a conocer.

El papel del Estado

Nos preguntamos también cuál es el rol de los responsables de las relaciones internacionales del Estado. El Estado compra y negocia en los mercados internacionales desde petróleo a sofisticadas armas en forma, por ejemplo, de cazabombardero, pasando por equipamiento dotacional de centros de alta tecnología. ¿Qué se supone que ha pasado? Que compran lo que les venden, que no hay técnicos comerciales de ningún tipo. ¿Tampoco existen economistas de estado que conozcan como se hacen las transacciones en mercados duros?

¿Han desaparecido los agregados comerciales en las embajadas en Asia? ¿Es que solo tenemos becarios? Se ha dado tal vaciado de funcionarios de alta dirección de los cuerpos del Estado que da la impresión de total nulidad. Pero es difícil aceptar que esta imagen refleje la realidad, no es posible que sea exactamente así como ocurre, sin embargo los resultados, los hechos, están a la vista e indican una debilidad de un estado mereciente (y necesitado) de mejores administradores.

No es atribuible, no obstante, esta debilidad al Gobierno actual. De ser adecuado el diagnóstico habla de causas del pasado, no de un fenómeno del año 2020. Viene de atrás, es una herencia de la política económica de vaciado de la estructura administrativa del Estado entendido como el conjunto de instituciones de un cuerpo usado en los florecientes años de liberalismo para adelgazar sin tino ni piedad, sin distinguir músculo de grasa ni de agua, y de esa forma se ha acabado en la anemia actual. Sí, el Estado español es débil y lo peor del asunto es que en la UE ya lo saben. @mundiario

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