La OCDE pronostica una caída económica en España versus la recuperación de otros países
La paralización de la economía mundial debido al confinamiento de más de 3.800 millones de personas en todo el planeta por la pandemia de coronavirus no da tregua a los índices macroeconómicos de aquellos países que se posicionaron como mercados emergentes antes de la crisis sanitaria global. Sin embargo, muchos de los integrantes del club de naciones que coordinan políticas económicas para su desarrollo integral, han comenzado a registrar números positivos en torno a los flujos de rentas que se recuperan con el incremento del consumo y del empleo. No así se encuentran hoy la realidad de una España declarada oficialmente en recesión, pese a que forma parte de la OCDE.
Y es que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) anunció este lunes que percibe una “inflexión a la baja de la actividad económica en España”, que, según su estudio, “va a contracorriente de la tendencia general de sus países miembros”, en los que se refuerzan los signos de recuperación de sus economías en la medida que estas fueron reabriendo con medidas de bioseguridad que generaron pocos o nulos rebrotes, lo que sucede de forma totalmente opuesta en España, donde la reactivación de la economía, en especial del sector comercial, provocó rebrotes que han vuelto a lastrar la confianza de los consumidores y los confinamientos focalizados en varias regiones del país.
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Esto implica que, con una recesión estimada en -12% de su producto interno bruto (PIB), calculado en 1,1 billones de euros, el valor de la economía española podría reducirse hasta los 800.000 millones de euros, lo que supone la pérdida de más de 2.000 millones de euros en salarios que no circularán en forma de liquidez y rentas que alimentarán el consumo de los trabajadores y sus familias.
El reporte del organismo precisa que la variación en julio para España del indicador compuesto avanzado, que señala por anticipado inflexiones del ciclo económico, fue “el peor de todos los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con una caída de 0,63 puntos”.
Esa contracción podría reflejarse en una caída de 100.000 millones de euros menos en inversiones, créditos y volumen de transacciones en intercambios entre las empresas generadoras de empleo en España, que abarcan casi el 70% del mercado laboral, lo que demuestra que el tejido socioeconómico y los circuitos de consumo en el país dependen casi en su totalidad de la actividad, rentabilidad, la fuerza de trabajo y el crecimiento del sector privado español, especialmente del comercio, los servicios, el turismo y los locales de ocio como restaurantes, bares y discotecas, que paradójicamente, son el origen de los rebrotes de Covid-19 en las comunidades autónomas de Aragón, Galicia, Cataluña y Madrid. @mundiario
