La OCDE afirma que hace falta "un big bang presupuestario" para frenar la crisis del Covid-19

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La economista jefe de la OCDE, Laurence Boone.
El organismo dejó entrever que hay que dejar de obligar a los Estados a que incurran en gastos fiscales en detrimento de sus márgenes de rentabilidad.
La OCDE afirma que hace falta "un big bang presupuestario" para frenar la crisis del Covid-19

La economía mundial se encuentra en un acelerado y vertiginoso proceso de deflación, pero, paradójicamente, no de los precios, sino de los capitales que circulan en ese complejo sistema mundo que hoy está a las puertas de una recesión detonada por la epidemia, casi pandemia, de coronavirus, que ya cubre a un centenar de naciones en los cinco continentes.

Y es que la economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Laurence Boone, afirmó este martes que hacen falta medidas de choque del mismo orden de las que tomaron los bancos centrales frente a la recesión hace una decena de años, pero ahora "de carácter presupuestario" para evitar una crisis económica por la epidemia del coronavirus.

Esas "medidas de choque" que sugiere Boone podrían basarse en políticas de alto impacto fiscal, tales como: la reducción del déficit a partir del apalancamiento de la renta variable, el aumento en la recaudación de impuestos, la disminución drástica del gasto público, la indexación de los ingresos de los gobiernos a fuentes de captación de capitales ligadas a los circuitos financieros mundiales de generación de rentas, entre otras. 

“Necesitamos el mismo big bang, pero desde el punto de vista presupuestario”, afirmó en una entrevista radial Boone, que puntualizó lo siguiente: "No son los bancos centrales los que nos van a salvar esta vez, pero los presupuestos de los Estados pueden hacerlo".

De esta forma, la alta funcionaria de la OCDE deja entrever que la solución a la crisis económica global que se avecina por la inesperada pandemia de coronavirus pasa ineluctablemente por la ampliación y expansión presupuestaria de los Estados y naciones desarrolladas y en vías de desarrollo, pero no a través del financiamiento inorgánico o indiscriminado de los bancos centrales, sino mediante la utilización de sus activos de capital, activos líquidos en reservas, captación de inversiones y repatriación de capitales. 

Y ante esa urgencia, Boone explicó que hay que dejar de lado el problema de que esa acción presupuestaria vaya a aumentar el déficit público, es decir, obligar a los Estados a que incurran en gastos fiscales en detrimento de sus márgenes de rentabilidad para inyectar y movilizar capitales frescos en la economía. "Lo que hace falta es impedir que las empresas bajen la persiana y para eso hay que recurrir a mecanismos como suspender el pago de cotizaciones e impuestos para aquellas que estén en dificultades, y que los bancos no les fuercen a pagar sus letras", argumentó la economista. 

Esa última sugerencia consistiría en otorgar exenciones a las empresas para que no incurran en compromisos fiscales que merman su capacidad para responder a crisis financieras tan volátiles como la que tiene lugar en este momento en el mundo por la crisis sanitaria del coronavirus. @mundiario

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