La OCDE advierte de que España será el país más golpeado del G20 si el virus rebrota

La humanidad ya no puede perder más tiempo. En medio de una de las peores crisis mundiales de la historia; la cuarta más grave desde 1820 y la más devastadora desde la Segunda Guerra Mundial en 1945, la zona del planeta que más compromiso ha demostrado hasta ahora en su recuperación es la que se creía más sólida y preparada para enfrentar la pandemia; Europa, pero su fragilidad ha sido puesta de manifiesto con la fuerza de la expansión del coronavirus. Y en el Viejo Continente, España es el blanco del peligroso misil que supondría una nueva ola de contagios. La OCDE ya prevé un panorama de esa naturaleza.

Y es que España está entre los grandes afectados en lo sanitario; es una de las grandes potencias turísticas del planeta —una de las industrias más golpeadas en todo el mundo—; su sector industrial ha perdido fuelle por el colapso de la demanda y de los flujos de inversión en buena medida por la caída del sector y el mercado del automóvil —otro ámbito en el que el shock está siendo particularmente intenso—.

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Con estos elementos sobre la mesa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa al país ibérico este miércoles como la economía del G20 (el club de las 20 economías más industrializadas del mundo) que recibirá el coletazo de la crisis sanitaria si se produce un rebrote de la Covid-19 en lo que resta de año —un escenario que, lamentablemente, todavía no se puede descartar— y sería la cuarta con peor desempeño si no hay un nuevo repunte de casos, solo por detrás de Francia, Italia y el Reino Unido. 

Esto implica que el futuro de la estabilidad social, económica, política y nacional de España en todos sus ámbitos, dependerá de si el territorio se convierte o no en una zona de hostilidad para la subsistencia con un rebrote del coronavirus, que ya ha dejado una estela de muerte, contagios, desempleo, desgaste social, crisis económica e incluso tensión política en la que peligra como la cuarta economía de la Unión Europea.

Tras el FMI, la Comisión Europea, el Banco Mundial y el Banco de España llega el turno de la OCDE para hacer sus proyecciones. Y el escenario que dibuja la élite gubernamental de los países ricos es también muy sombrío: en el escenario más optimista, sin nuevos rebrotes a la vista, la economía mundial retrocederá un 6% este año, la de la zona euro un 9,1% y la española un 11,1%. Si llega una nueva ronda de contagios por Covid-19, estas cifras se dispararían hasta el 7,6%, 11,5% y, atención, 14,4% respectivamente.

Este panorama estadístico es una muestra de que los principales circuitos financieros de Occidente que alimentan los aparatos industriales, laborales y productivos de Europa y América, se contraerán a niveles que podrían retrotraer a gran parte de la humanidad a una involución de la globalización y a un estado mundial de supervivencia nacionalista y proteccionista más allá de la cooperación global que pregona el sistema internacional.

El organismo con sede en París se muestra muy contundente en el caso español: “en ambos escenarios, la caída en la demanda doméstica por la destrucción de empleo y el cerrojazo de la actividad es el principal artífice de la contracción”.

“El descenso de la demanda externa, y muy particularmente de los servicios turísticos, pesará también mucho”, acota el organismo. Según los economistas de la OCDE, el paro (desempleo)—la variable siempre más sensible a hundimientos de PIB— cerrará 2020 entre el 19,2% y el 20,1%, de nuevo en función de si se produce o no un rebrote. En caso de que el virus vuelva a tornarse agresivo e indomable en España, más del 20% de la población se quedará sin empleo, sin producir y sin ingresos al margen del sistema de vida socioeconómica, lo que podría regresar al país a los tiempos de crisis y precariedad del franquismo, de la Segunda Guerra Mundial y de la Gran Depresión de 1929.

Hasta ahora, España registra 242.000 casos de Covid-19 confirmados, 150.000 personas recuperadas y 27.136 muertes. @mundiario