La nueva CEG, entre la reindustrialización y la oportunidad de los fondos europeos

Juan Manuel Vieites-Baptista de Sousa. / Twitter
Juan Manuel Vieites-Baptista de Sousa. / Twitter
El hombre que levantó Anfaco, referente del sector conservero español, logra que las grandes empresas de Galicia se impliquen, al fin, en su patronal.
La nueva CEG, entre la reindustrialización y la oportunidad de los fondos europeos

La patronal gallega nació en la Transición, muy politizada, hasta el punto de que pedía el voto para la derecha. Eran otros tiempos. Se liberalizó un poco con Pucho Mantiñán, que le dio un toque más moderno, y se centró con Emilio Pérez Nieto. Después llegaron tiempos de rivalidad entre Vigo y A Coruña, que encarnaron Antonio Ramilo y Antonio Fontenla; también José Manuel Fernández Alvariño, aunque a su manera. Terminaron con más líos internos que proyección exterior. Los últimos años de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ya fueron de vergüenza ajena, a pesar de algún que otro buen propósito de Antón Arias. Llegó a estar descabezada.

La CEG siempre tuvo un problema: los grandes empresarios se desentendieron y los que se implicaron no lograron seducirles. Nada que ver, por tanto, con Foment, la potente patronal que presume de ser la casa grande de los empresarios catalanes. De todos, grandes y pequeños. Por algo es la patronal más antigua de Europa, con dos siglos y medio de historia que avalan su trayectoria.

La CEG se define como una organización privada e independiente, cuyo principal objetivo es el fomento del sistema de iniciativa privada y la economía de mercado en Galicia. No está mal, pero 40 años después de fundarse da la impresión de que lo mejor está por llegar.

Este año ha empezado con buen pie. Al fin, hay Presidente y con mayúsculas. Juan Manuel Vieites tiene todo a su favor para marcar un antes y un después. Le avala su trayectoria como secretario general de la asociación conservera Anfaco y podrá contar con el respaldo de las empresas grandes. Es un hombre formado, con experiencia internacional, que no solo quiere levantar la CEG sino que se propone reindustrializar Galicia, sin duda la gran asignatura pendiente de la economía de esta comunidad.

El problema de la CEG no es ahora de liderazgo ni de buenas ideas, es de masa crítica: precisa dotarse de estructura y de servicios: ser útil y representativa.

Vieites tiene tres objetivos: unión, transparencia y defensa de las empresas. “Siempre con la mirada puesta en crear riqueza y empleo”, explicó al diario La Región. En este sentido, su idea de trabajar hasta situar la industria en el 20% del PIB de Galicia resulta plausible.

También tiene otro reto importante: lograr que las empresas de Galicia aprovechen todas las infraestructuras del país, algunas poco o nada utilizadas, como el puerto exterior de A Coruña –aún sin tren, a pesar de una inversión de 1.000 millones de euros– o tres aeropuertos descoordinados.

Y en el corto plazo, a Vieites le aguarda la oportunidad de que Galicia se beneficie del programa de inversiones Next Generation EU, al que quiere contribuir con una oficina –“más privada que publica”– de apoyo a las iniciativas en marcha. La verdad es que todo lo que tiene que ver con los fondos europeos pasa más por manos de Madrid que de Galicia pero las ideas de Vieites –profundo conocedor de lo que sucede en Bruselas– denotan que es un pragmático. Su milagro al frente de Anfaco prueba que sabe conquistar los cielos, sin asaltarlos.

A todo ello le ayudará el detalle que tuvo con él Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, al nombrarle miembro de la junta directiva de la patronal española. También, obviamente, el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, a quien la llegada de Vieites a la CEG le aporta unas garantías que no tenía. @J_L_Gomez

Grandes empresas pero también grandes retos 

La patronal conservera Anfaco-Cecopesca, que ahora preside Iván Alonso-Jáudenes Curbera, se ha hecho grande en España desde Galicia, el auténtico motor del sector. No suelen darse casos así, lo que le da más valor al papel desempeñado en la organización por Juan Manuel Vieites, ahora flamante presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Es evidente que la extrapolación de casos como el de Anfaco o el de Inditex, la matriz de Zara, daría pie a una Galicia muy distinta.
Atina el presidente de la CEG cuando habla de aprovechar las grandes infraestructuras que ya hay en Galicia. Por ejemplo: el puerto de los 1.000 millones de euros que no tiene tren. Empresas de gran proyección –Inditex, Estrella de Galicia, Grupo Tojeiro, Inveravante, ...– no utilizan el puerto coruñés, ni para sus importaciones ni para las exportaciones. Tampoco el cluster de la madera, sin que se conozca ninguna medida al respecto de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación. @mundiario

 

--------- PROTAGONISTAS ---------

> Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno.- Le está costando precisar el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de 11.000 millones para las empresas del turismo y la restauración, medianas compañías y firmas endeudadas. “Estamos viendo qué medidas serían necesarias para actuar con eficacia”, se limita a decir a la espera del Consejo de Ministros de este martes. Las ayudas directas a empresas, la reestructuración de créditos avalados por el ICO y la recapitalización de empresas medianas constituyen los pilares de esta nueva política de ayudas del Gobierno.

> Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.- Su diálogo –fluido– con el Gobierno no le impide hablar claro al tachar de “debate populista” la ley de vivienda, que en su opinión “rompería el derecho a la propiedad y al ahorro”. Frente a Podemos abandera el derecho “inalienable” a la propiedad.

> Francisco Conde, vicepresidente de la Xunta de Galicia.- “¿Tienes un proyecto que puede optar a los fondos europeos de recuperación?” A esta pregunta tan directa da respuesta Foment, la patronal catalana. Es una idea que la CEG quiere aplicar en Galicia y que encaja con una iniciativa de la Xunta.

> Fernando González Laxe, catedrático de economía.- El tiempo le ha venido a dar la razón en su análisis de una década perdida en el puerto de A Coruña. Ahora es el presidente Puertos del Estado quien se lleva las manos a la cabeza ante una situación de quiebra, con 1.000 millones de euros invertidos. @mundiario

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