Que no nos engañen: ni la morosidad de la banca está frenada ni aumenta el crédito

El Eurogrupo pone punto y final y, con éxito, al programa de recapitalización de la banca española.
Para que los brotes verdes resultasen creíbles, debería aumentar el crédito a las empresas.

Se están dando a conocer datos inexactos del comportamiento de morosidad e inversión crediticia. Ni la morosidad disminuye, pues no incluyen los créditos fallidos, ni el crédito aumenta.

Que no nos engañen: ni la morosidad de la banca está frenada ni aumenta el crédito

Se están dando a conocer datos inexactos del comportamiento de morosidad e inversión crediticia. Ni la morosidad disminuye, pues no incluyen los créditos fallidos, ni el crédito aumenta, pues suman los EFC para comparar con diciembre de 2013

Como para Malcolm, el protagonista de la película “El sexto sentido”, nada es lo que parece. Le decía el niño que veía a los fantasmas “Veo gente muerta caminando como gente normal, ellos no saben que están muertos". Tampoco Malcolm lo sabía.  

El pasado 21 de abril publicaba el Banco de España los datos de créditos dudosos referidos al pasado mes de febrero de 2014. Por segundo mes consecutivo acusaban una disminución de saldo, pasando de 197.183 millones de euros en enero a los 195.093 de febrero, unos dos mil millones de euros de caída. No está nada mal. Si se mantiene la proporción en unos cinco años y medio retornaremos a las tasas de finales de 2008, cuando comenzó la “fiesta”. A este paso en 2020 ya habremos superado la crisis… También muestra la información estadística que el crédito ha crecido, pasando de los 1,448 billones de euros a finales de 2013 a los 1,453 de febrero. Ha crecido nada menos que cinco mil millones de euros, para una caída de algo más de 400.000 millones si lo comparamos con el fatídico 2008.

Así leídos los datos, ya tenemos otros dos nuevos argumentos que nuestros gobernantes pueden esgrimir para justificar la presunta bonanza de nuestra economía y el éxito de la política económica, de la fiscal y de la reestructuración de nuestro sistema financiero. Algunos hasta se atreverán a decir que se demuestra el acierto en eliminar las cajas de ahorros como entidades de depósito. Muerto el perro se acabó la rabia, pero va ser que no...

No es cierto que haya disminuido la morosidad

Si bien en términos absolutos no pueden rebatirse los datos del Banco de España, debemos recordar que únicamente facilita datos de créditos “dudosos”, esto es y con carácter general aquellos que tengan algún importe vencido por principal, intereses con más de tres meses de antigüedad, salvo que proceda clasificarlos como fallidos. Y aquí está una de las claves de esa disminución, pues no se ofrece la cifra del impacto global de la morosidad bancaria al omitir los créditos fallidos, es decir y también según de definición del mismo Banco de España, aquellos vencidos o no, para los que después de un análisis individualizado se considere remota su recuperación y proceda darlos de baja del activo. Además, conviene saber que los créditos sin garantía real considerados “dudosos”, deben estar provisionados al 100% en el corto plazo de un año, de lo que se deduce que una cifra indeterminada de morosidad, desde el inicio de la crisis, ya habrá pasado a la situación de “fallido” .

Pero no solo la omisión de los fallidos contribuye a camuflar la verdadera morosidad del sistema financiero español, pues al efecto del traspaso al Sareb de multimillonarios activos inmobiliarios tóxicos, debemos añadir el proceso de venta de cartera de fallidos que las entidades vienen realizando. En los últimos meses Liberbank, Catalunya Caixa, Bankia, BMN y Sabadell han vendido a distintos fondos “buitres” carteras de fallidos por un importe nominal de unos 4.900 millones de euros, eso sí, con un descuento de nada menos que el 97%!.

Tampoco es cierto que se haya incrementado el crédito

Otra treta hemos verificado para mostrar unos datos que no se corresponden con la realidad. Desde enero de este año el Banco de España incluye los saldos de los establecimientos financieros de crédito, los EFC, en el saldo global del crédito, lo que explica el aumento de saldos. Sin embargo, al menos, se han dignado a ofrecer el dato segmentado sin estos últimos y es ahí donde se comprueba que sigue en caída libre.

Pero lo que no se puede ocultar es la caída continuada de los saldos más directamente relacionados con la actividad empresarial, como son el crédito comercial o el arrendamiento financiero y la ausencia de medidas para invertir esa tendencia. El primero cae a treinta mil millones, desde los setenta y cuatro mil de 2008, menos de la mitad, mientras que las operaciones de leasing bajan a dieciocho mil, desde los más de cuarenta y cinco mil de 2008. Así resulta imposible mantener mínimamente la actividad de las pymes, condenándolas a procesos concursales que, en muchos de los casos, bien podrían haberse evitado.

Pagamos el rescate a los bancos, les permitimos un crédito fiscal de más de 40.000 millones de euros, ¿a cambio de qué”. Precisamente el Banco de España en muy poco les ayuda, pues aun reconociendo las obligaciones que tiene que asumir derivadas de los acuerdos de capital de Basilea, en el caso de las provisiones es el propio supervisor quien las determina y no se toman medidas para facilitar a las empresas en concurso de acreedores la obtención de financiación a corto por la vía de la liberalización de provisiones del riesgo comercial tan necesario para la obtención de financiación a corto plazo, condenándolas a una muerta segura. Pongamos un ejemplo, ningún banco descontaría un pagaré a una concursada a cargo de Inditex por el coste en provisiones que le supondría.

En definitiva, ni menos morosidad, ni más crédito. Como le pasaba a Cole, el niño protagonista de “El sexto sentido”, nosotros también vemos los fantasmas y las fantasmadas que nos cuentan.

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