La multinacional Pescanova todavía está a tiempo de tener futuro

Instalaciones de Pescanova en la ría de Vigo / RTVE
Instalaciones de Pescanova en la ría de Vigo. / RTVE

Sus activos son únicos por estar contingentados e irrepetibles en un sector en expansión a nivel mundial, en un mercado de demanda creciente, con un posicionamiento estratégico idóneo.

La multinacional Pescanova todavía está a tiempo de tener futuro

Pescanova vuelve a encallar*. En esta ocasión en un peligroso arrecife. Los daños son de gran consideración: avería seria en la sala de máquinas y vía de agua en su obra viva. No es suficiente con una reparación de fortuna a bordo, que permita rendir marea y regresar a puerto. La situación es comprometida. Reflotar la nave y situarla otra vez en aguas profundas y navegables parece misión delicada. Sin embargo, la empresa cuenta con estructura, dimensión y posicionamiento estratégico en el contexto mundial. Harán falta potentes remolcadores de altura, con tripulación avezada, para efectuar el rescate.

CRISIS SUCESIVAS

Pescanova comenzó su actividad en junio de 1960. A mediados de los años 70, Pescanova era una empresa mediana, con problemas financieros y estructurales que ponían en tela de juicio su viabilidad y proyecto empresarial. Fue el momento en que la prensa económica nacional producía titulares tan emotivos como: “Pescanova socializa pérdidas y pasa sus activos al INI”(Instituto Nacional de Industria). Felizmente aquella circunstancia no llegó a producirse y la empresa pudo corregir su rumbo tomando una senda de positivo desarrollo. Creó valor y miles de puestos de trabajo.

En 1975, la implantación generalizada de la ZEE, Zona Económica Exclusiva de 200 millas, fue una amenaza que parecía letal. De la noche a la mañana el acceso a los caladeros de pesca tradicionales se vio severamente amenazado y con ello la viabilidad de muchas empresas pesqueras de larga distancia. Algunas no superaron la dificultad. Pescanova nunca hubiese sido capaz de remontar aquellos años de tanto cambio en el mundo de las pesquerías internacionales de no ser por el compromiso y determinación de muchos: autoridades nacionales (Ley de Sociedades Mixtas), entidades financieras (créditos a la exportación).

Pequeñas empresas, inversores particulares, industrias frigoríficas, transportistas, astilleros, fábricas de redes, empresas auxiliares, etc., se convirtieron en accionistas acudiendo a una ampliación de capital para ayudar a la empresa. En ese momento, el proyecto Pescanova fue asumido por casi todos con determinante decisión y sin ambigüedades.

Aquello sólo fue otro de los momentos difíciles que tuvo que superar la empresa. Corriendo los primeros años de la década de los 90, en tiempos de Carlos Solchaga y Pedro Solbes, la devaluación de la peseta supuso un enorme revés para Pescanova, un encarecimiento de los costes de producción (gasoil, materias primas, etc.) casi imposible de asumir. Más a más, el proceso expansivo de las grandes superficies y el desarrollo exponencial de las marcas blancas produjeron otro momento de tensa dificultad para la empresa, hasta el punto de que se llegó a pensar en la venta de la marca y del grupo de alimentación al gigante británico-holandés Unilever. Otra situación crítica en la que se vio amenazada la viabilidad y supervivencia de la compañía. En aquella ocasión salió adelante con el decidido apoyo de la Xunta de Galicia presidida por Manuel Fraga Iribarne. Fraga comprendió inmediatamente la trascendencia y consecuencias de la pérdida de Pescanova. Propició la firma de un Contrato-Programa que permitió a Pescanova continuar siendo gallega. La colaboración y confianza de las entidades financieras en ese momento también fue decisiva. Pescanova pagó en los plazos establecidos el importe íntegro recibido al amparo del Contrato Programa de la Xunta de Galicia. Circunstancia, por alguna razón, poco divulgada.

En la actualidad la situación es más crítica y compleja. Los proyectos expansivos de acuicultura la han llevado a una nueva crisis con mal pronóstico, tal vez insuperable. En esta ocasión no parece ser un error de estrategia. A primera vista atufa a mala gestión de impropia y desesperada huida hacia adelante.

No cabe duda que el “business plan” aplicado ha resultado claramente inadecuado y mal ejecutado. Poca visión, ausencia de análisis, de caución, pésimo control interno y externo, falta de previsión ante la contracción crediticia -credit crunch- impuesta por la crisis que se avecinaba.

No es nuestra intención hacer juicios de valor, ni de depurar responsabilidades. En estos momentos ya es faena de los jueces y a ellos corresponde emitir opinión y sentencia sobre la actuación de los responsables. Pero por alusiones permítanos la señora conselleira do Mar e Medio Rural decirle con todo respeto, y sin ánimo de causarle más “dolor” del ya públicamente declarado por ella: Creemos que Pescanova es viable independientemente de lo que el futuro le depare y por encima de los errores cometidos por sus ejecutivos, aquellos cuyas funciones están siendo asumidas por los actuales administradores concursales pertenecientes a la firma Deloitte, la segunda auditora de mayor dimensión en el mundo, que en este proceso está desarrollando un trabajo riguroso.

El proyecto empresarial de Pescanova es actual y está vigente, pero para poder reconducirlo hace falta más ánimo, más compromiso, más implicación por parte de todos. Sabemos que reflotar la nave no es fácil, pero créame: merece la pena intentarlo. Pescanova es mucho para Galicia.

Que conste que no estamos insinuando clemencia para nadie, ni mucho menos permanencia o restitución de nadie, pero es mucho lo que se va a perder, construido con el esfuerzo y la ilusión de miles de hombres de mar y de miles de esforzadas mujeres elaboradoras de productos, altamente cualificadas. Está claro que se necesitará tiempo y condiciones para configurar un balance de situación solvente, pero también determinación y voluntad para conseguirlo.

KPMG, INVESTIGACIÓN “FORENSIC”

Recientemente KPMG, firma perteneciente a las llamadas “big four” acaba de emitir informe de Investigación “Forensic”, como expertos independientes en materia económica-financiera y contable. El trabajo de amplio alcance, divulgado inmediatamente por la prensa nacional, ha causado conmoción en los medios financieros. Se trata de un detallado análisis contable-forense, con objeto de identificar determinadas prácticas contables que fueron llevadas a cabo por Pescanova y sus filiales en los últimos años.

En resumen, una “estimación de alcance” y búsqueda del origen de aquellos pasivos financieros, no reconocidos en los Estados Financieros Individuales y Consolidados del Grupo Pescanova, correspondientes al ejercicio 2012 y que fueron presentados en su día como buenos, al Consejo de Administración de la compañía.

El “forensic” pone de manifiesto que la empresa presentó una deuda financiera significativamente inferior a la real, así como unos beneficios superiores a los realmente obtenidos. En magnitudes, aflora un patrimonio neto negativo de 928 millones y una deuda de 3.280 millones.

CRITERIOS DE VALORACIÓN

Son muchos los criterios usados para valorar una empresa. En la actualidad los más utilizados por analistas y expertos económicos vinculados a fondos de inversión, son los criterios de descuento de flujos de caja (cash flow).

Para la ajustada valoración de una empresa por flujos de caja, en un periodo de 10 años, dos son los factores fundamentales que determinan el valor del proyecto:

1) La evolución y tendencia de los precios de venta.

2) El comportamiento de los precios de coste.

Circunstancias que indicarán si el proyecto empresarial en cuestión está en un mercado de demanda o de oferta.

Los datos recientes de FAO indican que el incremento del consumo de proteína de origen marino ha sido del 60 % en los últimos 10 años, cifra significativa teniendo en cuenta el 11 % de incremento ponderado de la población mundial.

La conselleira seguramente conoce que las capturas mundiales de pescado salvaje llevan sin crecer 20 años (85 millones de toneladas/año) y no todas destinadas al consumo humano.

A pesar de que la acuicultura ha crecido exponencialmente no lo ha hecho hasta el punto de poder satisfacer la demanda generada por el aumento demográfico de la humanidad. Se calcula que en 15 años, para abastecer la demanda mundial de pescado, se necesitará incrementar la producción anual en 25 millones de toneladas. Tanto la industria extractiva como la acuicultora no serán capaces de satisfacer la demanda de productos de origen marino.

En la actualidad no hay otros productores de alimentos que soporten más presión como consecuencia de la creciente demanda. Por todo ello, el precio del pescado está teniendo una evolución al alza considerablemente superior a los precios de coste, y con ello el EBITDA y los flujos de caja de los proyectos del sector pesquero combinados con la acuicultura tienen un horizonte de futuro, de creciente rentabilidad.

En los proyectos substanciados por Pescanova, estos criterios son patentes y contrastables. Por ejemplo, la producción mundial de langostino de cultivo no es capaz de atender la creciente demanda generada y como consecuencia la tendencia de los precios es claramente alcista.

En los salmónidos, con una demanda mundial que crece un 23 % y una oferta que crece solo un dígito, permiten suponer a los analistas que los EBITDAS consecuencia de la tendencia alcista de los precios pueden llegar a ser muy altos.

En el caso del rodaballo, la ecuación resulta aún más clara, ya que probablemente no se registrarán grandes incrementos en la producción, en un mercado que no deja de crecer y que por tratarse de un “mercado nicho” los márgenes, de lo que se convertirá en un “speciality”, podrán ser importantes.

En otras palabras, Pescanova ha administrado mal, hizo inversiones temerarias para su capacidad, pero en la buena dirección. Tal vez con poco rigor económico, excesivamente caras, gestionadas de forma poco ortodoxa y si nos apuran en lugares estratégicamente inadecuados como la inversión de la planta de rodaballo, en Mira, Portugal, inaugurada en 2009, que ahora resulta cuestionada y gravosa. Pero todo hay que decirlo, contó con el beneplácito de la conselleira, que así lo dejó patente con su notoria presencia y complacientes manifestaciones, el día de la inauguración en la localidad lusitana de Mira, en presencia del primer ministro portugués José Sócrates y el entonces ministro de Desarrollo Rural y Pesca Jaime Silva.

¡Téngalo presente! Pescanova tiene capacidad para duplicar la cifra de negocio en un mercado que es claramente de demanda y por tanto de precios alcistas, donde la rentabilidad de su facturación aumentará a corto plazo.

¿Puede Galicia perder esa oportunidad? Con estos criterios, que son generalmente aceptados en nuestro sector, el valor real de Pescanova por descuentos futuros de flujos de caja es superior a lo que puedan decir sus libros, aún teniendo en cuenta la voluminosa e inexplicable deuda y la grave crisis societaria en la que ahora está inmersa.

No nos compete aventurar quien deba ejecutar el plan de negocios de los próximos 10 años. El día 12 de septiembre, a las 11,30 de la mañana está convocada una Junta General de Accionistas, en la que previsiblemente se procederá al nombramiento de un nuevo Consejo de Administración.

Por todo ello, queremos transmitir a la conselleira que es necesario el apoyo decidido de todos, empezando por las autoridades sectoriales autonómicas, cuyo entusiasmo de otro tiempo se ha convertido en manifiesta tibieza y cuestionable silencio en todo este proceso.

Los activos de Pescanova son únicos por estar contingentados, irrepetibles, modernos, en un sector en expansión a nivel mundial, en un mercado de demanda creciente, con un posicionamiento estratégico idóneo y acertado.

Sabemos que la conselleira considera poco lo que decimos… y lo que escribimos. Ahora le remitimos esta “carta abierta” con la esperanza de que la lean instancias superiores, con más sensibilidad y compromiso. Es importante evaluar el desastre económico y social que para Galicia significa la desaparición de una empresa como Pescanova. @mundiario


* El número de agosto de la revista Industrias Pesqueras incluye este editorial sobre Pescanova, que por su interés MUNDIARIO recoge íntegramente, firmado por el director de dicha publicación, Alfonso Paz Andrade.

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