Crisis económica y social: ¿Está la prensa a la altura del momento actual en España?

Jorge, en huelga de hambre. / gonzoo.com
Jorge, en huelga de hambre. / gonzoo.com

Tres chicas desnudando sus pechos son portada durante días, un chico nada sospechoso de ser un marginal, en huelga de hambre ya durante 15 días, apenas aparece en la prensa.

Crisis económica y social: ¿Está la prensa a la altura del momento actual en España?

Lleva 15 días solo con líquidos. Nos está dando una lección de lucha y de honradez en una sociedad donde mandan los chorizos y los listillos. ¿Y dónde estamos aquellos a los que Jorge defiende? ¿Nos merecemos gente como Jorge o nos merecemos que nuestros mejores jóvenes se larguen?

El hemisferio izquierdo del cerebro maneja la información lógica y la procesa usando el análisis, es racional;  el hemisferio derecho procesa la información de manera intuitiva y no racional, se ajusta al tipo de respuesta inmediata una vez integradas las  sensaciones y sentimientos. Los dos  se complementan y ninguno es más importante que el otro, lo que se intenta es el equilibrio.

El problema surge cuando hay un evidente desequilibrio y cuando como en la sociedad española actual, los de “letras arrasan a los de ciencias”.  Vivimos en un mundo dirigido por abogados y economistas cuando los grandes avances en la mejora de la vida de las personas se deben a físicos, ingenieros y  otras  ramas de la ciencia y la técnica. No son unos más importantes que los otros, el problema es cuando hay una clara prevalencia de unos sobre otros.

No es cuestión de ideologías sino  de lógica.

Desde el punto de vista un ingeniero como Jorge, la solución al problema existente en la sociedad española es muy fácil; lo primero es un diagnóstico completo y certero. Él lo hace. Luego la solución es fácil. Es fácil si se mantiene un equilibrio entre lo racional y lo emocional.

De la misma manera que si falla un pilar hay que apuntalarlo primero y luego o reforzar o si el daño es muy fuerte demoler para  sustituir.

¿Qué procede aquí y ahora? Si analizamos la situación actual de una manera lógica, llegamos a sus mismos razonamientos:

1º) Un gobierno que ha mentido a sus votantes en su programa electoral, no tiene legitimidad.

2º) Quien es inocente no se esconde ni destruye información.

3º) Hay una financiación ilegal de la que se lucraron Bárcenas en el PP o los sindicatos en la Junta de Andalucía con los ERES. (Detrás toda una caterva de intereses ya convertidos en mafia y que nos hace pensar más en una asociación de malhechores que en una estructura pensada para el progreso social).

4º) Si la justicia fuera igual para todos, muchos políticos estarían en la cárcel.

5º) Ya estamos cansados de tantas injusticias, y tanta hipocresía.

Sus motivos los resumen así: “Nos exigen grandes sacrificios pero ellos no los tocan ni de lejos, muy al contrario, viven inmersos en incontables privilegios a los que no están dispuestos a renunciar, pagamos las consecuencias de esta crisis mientras que los que la han provocado siguen libres y enriqueciéndose a costa de nuestro sufrimiento. Cuando los bancos tienen beneficios millonarios, todo es para ellos; cuando los bancos tienen perdidas millonarias las pagamos nosotros. Se han rescatado a bancos, esos mismos bancos  que están cada día desahuciando a 500 familias en España.

¿Hasta cuándo vamos a seguir tolerando esta situación? Cuantos millones tienen que robar? ¿Cuántas mentiras tienen que decirnos? Cuantas personas tienen que ser desahuciadas? ¿Cuántas personas tienen que suicidarse? Cuantos derechos tienen que recortarnos?

Yo me niego a seguir tragando con esta situación. Y por eso elijo esta vía de lucha pacífica. Ya basta. Son tiempos de cambio. Unámonos. Unamos nuestras voces y nuestros corazones. Tomemos las calles. Recuperemos lo que es nuestro. Podemos hacerlo. Y vamos a hacerlo”.

Trasparencia Internacional y la prensa

Transparencia Internacional no denuncia casos individuales de corrupción, pero tal como dice su presidente en España, Jesús Vizcaíno, “lo cual entendemos una tarea fundamental de los periodistas, habiendo muchos de ellos en los capítulos de TI, sino que por el contrario orienta sus esfuerzos en una perspectiva de logros sustentables en el largo plazo, privilegiando la prevención y la reforma de los sistemas,  es una prensa que refleje la sociedad en la que vive y denuncie hechos”. ¿Está la prensa a la altura del momento actual? O simplemente trata de no morir en el medio del caos de los cambios sociales y tecnológicos?

Tres chicas desnudando sus pechos son portada durante días, un chico nada sospechoso de ser un marginal, en huelga de hambre ya durante 15 días, apenas aparece en la prensa. Algo/mucho de culpa en toda la situación tiene la prensa, cuando lo realmente importante lo silencia. ¿No es de interés público la lucha de Jorge? Por supuesto que sí, lo que pasa es que es incómodo para todos. Nos exige reaccionar. Nos está diciendo cosas que sabemos ciertas y que sabemos no van a cambiar si cada uno no se moja. Los percebes y salmones a los que alude Rosa Maria Artal en su libro.

Es difícil admirar a alguien hoy en día. Hoy siento la angustia de su madre, después de 25 años de criarlo, apoyarlo y sentir que todo se puede truncar porque es demasiado noble para la sociedad en la que vive. Admiro a Jorge porque después de 2 semanas sin comer, su sonrisa sigue iluminando  su cara, es que  hace  lo que cree  que debe de hacer; algo increíble en un mundo donde se dice una cosa, se piensa otra y se hace lo siguiente. Hoy volveré a encender una luz en mi casa por Jorge y los otros que se están uniendo a él. Por ellos y porque necesitamos a gente como ellos, ojalá esto tenga un buen fin. Y eso, depende de cada uno de nosotros.

Jorge ¡ya! Necesitamos que vivas y que sigas con tus facultades físicas y mentales intactas. El dolor es el gran maestro y parece que todavía en la sociedad española no hemos tenido el suficiente. He evitado escribir estos dias sobre Jorge por un motivo: la desesperanza que cubre a la gente noble e inteligente pero no práctica en una sociedad como la nuestra. Por eso temía que mi hijo pequeño, 26 años, ingeniero  industrial y físico, se uniera a Jorge.

Hoy, con una mochila de apenas 8 kg y sus ahorros de año y medio de trabajo en un equipo de investigación,  está en su primera etapa de la vuelta al mundo. Necesitaba desconectar después del esfuerzo realizado. Probablemente tarde muchos años en volver a residir en su país, un país no preparado para gente como ellos. Prefiero la tristeza de tenerlos lejos, a que sientan cada dia la desesperanza de pelear contra la sinrazón, esa a la que Jorge trata de darle solución y no encuentra apoyo.

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