Monedas y bolsas latinoamericanas se hunden ante una posible recesión global

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Parqué de la Bolsa de Valores de Sao Paulo (Brasil).
Los capitales están saliendo en masa de América Latina, lo cual provoca automáticamente una devaluación imparable de las monedas de la región.
Monedas y bolsas latinoamericanas se hunden ante una posible recesión global

El planeta está a punto de entrar en ciclo de recesión. Es decir, una nueva crisis económica mundial podría hacer implosión más pronto que tarde debido a los temores con los que hoy operan los mercados, que han decidido paralizar sus flujos de capital, o al menos la mayor parte de ellos, y resguardarlos en activos de refugio como el dólar estadounidense y el oro. Pero la volatilidad económica global, como siempre, se traslada y afecta con mayor fuerza a la región más política y económicamente inestable del mundo: América Latina. 

Por su naturaleza como el principal mercado exportador de materias primas y 'commodities', que abastece el consumo mundial de productos como arroz, trigo, maíz, soja, carne, granos, legumbres, hortalizas, leche, ganado, carbón, gas, petróleo, minerales, entre muchos otros, la región no anglosajona de América tiene a sus mercados emergentes en jaque y a sus tres economías pilares (Brasil, Chile y Colombia), de las cuales se sostiene la región, en una situación marcada por la fuga y estancamiento masivo de capitales muy lejos de las fronteras sudamericanas y hacia el otro lado del Océano Atlántico.

Si aumentó la prima de riesgo financiero en Europa, América Latina no iba a ser la excepción. Los focos de crisis políticas, economías primitivas, gobiernos autoritarios, elevados déficits fiscales y políticas económicas internas regresivas hacen de la región la zona roja hacia la cual los fondos de inversión, bancos y consultoras de riesgo financiero recomiendan no acercarse en escenarios de emergencia económica mundial como el que se desarrolla en estos momentos.

Y eso se debe a que los inversores, tenedores de bonos, empresarios y agentes financieros élite no están dispuestos a perder ni un dólar más en medio de este terremoto económico mundial por la crisis sanitaria que ya infectó a medio planeta y ahora se esparce por los mercados bursátiles y del petróleo, hoy bloqueado por la guerra de precios que Rusia le declaró de facto a Arabia Saudita y que llevó el valor del crudo a pírricos niveles de entre 30 y 40 dólares, los más bajos en 30 años.

Los capitales están saliendo en masa de América Latina, lo cual provocó automáticamente una devaluación imparable de las monedas de la región, un factor externo totalmente incontrolable para los bancos centrales de Brasil, Chile, Colombia, Argentina, Perú, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Paraguay y las demás pequeñas naciones de la zona.

El peso, la moneda más líquida del mundo emergente y el termómetro más fiel de la situación económica del país, retrocede más de un 8%. El principal índice de la Bolsa mexicana se despeña más de un 5% 

Según reportes de agencias como Reuters y Bloomgerg, la Bolsa de São Paulo, el índice Ibovespa, ha sufrido este lunes la réplica del terremoto financiero de Wall Street al decretar una suspensión temporal de la negociación de acciones después de que se desplomase un 10%. La moneda estadounidense cotiza a 4,72 reales tras haber alcanzado los 4,79 reales esta mañana, un nivel que coloca a la moneda brasileña en riesgo de un leve incremento de su inflación intrínseca.

En Colombia, las pérdidas bursátiles también están siendo gruesas, del 6%, mientras en Chile el descenso supera el 4%. La mañana de este lunes el peso chileno registró una caída de más de 15 pesos frente a la divisa estadounidense y se ubicó en 845, 70 pesos por dólar, lo que lo ubica en el nivel más bajo de la historia. Esto implica que los salarios, fondos anclados al dólar y presupuestos externos de la nación chilena se han devaluado considerablemente frente al dólar, el principal activo de refugio de la economía de Chile.

En Argentina el riesgo país escala a máximos de 15 años en medio de su crisis de inflación (30%), déficit fiscal saturado y colapso financiero dentro del Estado argentino hacia el mundo por la insostenibilidad de su exorbitante deuda de más de 200.000 millones de dólares, y Ecuador, una nación dolarizada particularmente expuesta al precio del crudo, ve cómo su deuda emitida en dólares pierde la quinta parte de su valor desde el viernes debido a que el pago de sus intereses está anclada a los ingresos fiscales que entran al país por sus exportaciones de petróleo, cuyo precio está en picada por la crisis en la OPEP debido al coronavirus. @mundiario

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