Mientras Estados Unidos actúa con decisión ante la crisis, la UE se paraliza

Sede del Banco Central Europeo, en Frankfurt (Alemania), uno de los centros financieros del país y de Europa.
Sede del Banco Central Europeo, en Frankfurt (Alemania).
EE UU actúa con constancia y unidad de acción -ahí están los resultados- y en la UE no se ve la mínima luz que indique la salida del túnel. Solo propicia el periodo mas largo de recesión de su historia.
Mientras Estados Unidos actúa con decisión ante la crisis, la UE se paraliza

Llevamos varios días conociendo datos de los escenarios macroeconómicos de dos de las grandes potencias mundiales:  EEUU y la UE. Los datos son contundentes, aquel que ha iniciado una política expansiva y llena de estímulos al crecimiento ve como su PIB crece, su empleo aumenta y se relanza su economía. Por cierto Japón, que llevaba años en una situación de crecimiento mínimo, ha decidido lo mismo y ya empieza a notar los cambios.

El que se ha mantenido en una posición denominada coloquialmente como "austericidio", establecida por recortes, control extremo inflación, ajustes draconianos del déficit, carga sobre los ciudadanos de los costes sociales,educativos y sanitarios, ve como cada vez son mas los países que entran en recesión creando un circulo vicioso de difícil salida.

Diametralmente en cada lado. Podía ponerse en duda cuál será la mejor en el plazo medio y largo. Sin embargo hay diferencias.

Mientras EE UU actúa con decisión, constancia y unidad de acción -a la vista están los resultados-, en la UE no se ve la mínima luz que indique la salida del túnel y se propicia el periodo mas largo de recesión de su historia. A ello se suma la incongruencia en los mensajes, que en vez de tranquilizar crean más incertidumbre ante sus constantes vaivenes. Es decir, creando todos los días la duda de que las medidas tomadas sean las necesarias. Demostrando la realidad, tozudamente, que no parecen correctas estas recetas económico e ideológicas.

Hay que elegir, y pronto. Por ello es preciso discutir sobre esto, y no cerrarse en el mantra que recita continuamente que solo lo se puede hacer esta política, que no hay otras recetas.

Pues cada vez surgen más voces explicando que es preciso un cambio y se incrementa la desazón de los europeos, ciudadanos, ante la intransigencia de una elite directiva que no responde ante nadie ni a la que se le pueden pedir responsabilidades políticas. Por ello es preciso impulsar ese cambio, que ya no solo puede ser desde las políticas de los partidos progresistas, deben ser el conjunto de las instituciones europeas las que impulsen una senda de estímulos al crecimiento, de planes para el empleo juvenil, de incentivo el consumo y de utilizar las ingentes cantidades de dinero del BCE para que fluya el crédito.

Cambio, cambio esa es la palabra y la orientación.

Comentarios