México exportará carne a Rusia y Oriente Medio como alternativa al TLCAN
El país norteamericano ha perdido la fe en que Donald Trump respete el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y ha empezado a buscar ya nuevos mercados.
La irrupción y las políticas proteccionistas de Donald Trump han obligado a los grandes socios de Estados Unidos a empezar a buscar una nueva forma de ganarse la vida. Sin duda alguna, el más afectado por los disparates del presidente estadounidense ha sido su vecino inmediato, México, que pagaría casi con su propia sangre el rompimiento o renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ante ese panorama poco esperanzador, las industrias del país sudamericano trabajan ya para crear nuevos nexos comerciales. El primer segmento que ha dado un paso serio al frente ha sido el de la carne, cuyos productores han puesto sus ojos en los mercados árabe, ruso y chino.
De acuerdo a Rogelio Pérez Sánchez, CEO de la Asociación Mexicana de Exportadores de Carne, citado por Forbes, el segmento ya trabaja en sus primeras exportaciones a sus nuevos clientes. “Estamos pensando en llegar al Medio Oriente este año, de hecho, ya se mandaron las primeras muestras de carne a Qatar y estamos trabajando para mandarlas a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait”, asegura Pérez.
Si al final de cuentas la Casa Blanca termina cargándose el TLCAN, como ha amenazado su inquilino desde su campaña electoral, el mercado de la carne sufriría un serio impacto en sus ingresos. “Para no tenerlo –el impacto en sus cuentas- estamos buscando nuevos mercados como el ruso y el árabe”, apuntó el CEO al mismo medio. A día de hoy hay seis empresas que cuentan con el aval de la certificación Halal, y entre las seis suman nada menos que el 92% de la oferta exportable de carne en el país, prosigue Pérez.
Para obtener la certificación, las compañías deben cumplir con los estatutos impuestos por el mismo Corán en lo referente al consumo de alimentos, lo cual obliga al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) a tomar parte de la revisión de los protocolos necesarios para la exportación del producto. Los mismos abarcan desde el origen del ganado hasta el almacenamiento de la carne, especifica el citado medio.
El libro sagrado del Islam prohíbe comer la carne de cualquier animal cuya muerte ha sido provocada por causas naturales, así como ensagrentada, la carne de cerdo y la de cualquier criatura que haya sido sacrificado en cualquier otro nombre que no sea el de Allah. Pero el Corán también deja espacio a la inocencia y aclara que cualquiera que incurra en cualquiera de esas faltas de forma involuntaria, no será tomado por infiel. Las empresas invierten hasta un millón de pesos para sacar adelante el trámite.
A estas alturas, la industria está trabajando en los últimos retoques fitosanitarios y, dentro de tres o cuatro meses como máximo, la carne mexicana estará en los mercados de Oriente. De acuerdo a Forbes México, la apertura con el mercado musulmán de aquellos países representaría 20.000 toneladas anuales en exportaciones, que dejarían al país hasta 100 millones de dólares (mdd). El año pasado, se generaron 1.140 millones de dólares por el mismo concepto, un 0.6% más en relación al ejercicio de 2015.
En el 2016, esta industria exportó hasta 194.147 toneladas de sus productos a Estados Unidos, Japón, Canadá y Hong Kong. De esos cuatro, tan sólo al norte del Río Bravo fueron a caer el 90% del total de las exportaciones.
El difícil mercado ruso
“China y Rusia son mercados que nos interesa mucho incursionar. De momento, el mercado ruso no está abierto, ya que existe una restricción”, explica Pérez. “Estamos pensando que los países árabes son un mercado de 20,000 toneladas y de 100 millones de dólares, pero Rusia en 2013 nos representó 20,00 toneladas de carne y 100 millones de dólares de ingresos”, prosigue.
