El Ibex y Europa reaccionan con temor a las lentas reactivaciones y a otra guerra comercial

GRAF5085. MADRID, 05/02/2018.- El IBEX 35, principal indicador de la Bolsa española, se juega el nivel de los 10.100 puntos al caer un 1,04 % tras la apertura, con todos los valores en negativo y arrastrado por los descensos de Wall Street y Asia. En concreto, en los primeros minutos de cotización, el selectivo se sitúa en los 10.105,4 puntos, tras restar 106,3 unidades, con lo que en el acumulado del año las ganancias se reducen hasta el 0,6 %. De los grandes valores del IBEX 35, Telefónica se lleva la peor parte al dejarse un 1,33 %, seguido de BBVA, un 1,25 %; Banco Santander, un 0,91 %; Repsol, un 0,73 %; Iberdrola, un 0,59 % e Inditex, un 0,40 %. EFE/Fernando Alvarado
Una jornada de pérdidas en la Bolsa de Valores de Madrid / elplural.com
Los parqués asiáticos, en cambio, han cerrado con optimismo: Tokio ha subido un 1,49% y Hong Kong un 2,11%, aún con la sobreenergía del gran comportamiento de Wall Street.
El Ibex y Europa reaccionan con temor a las lentas reactivaciones y a otra guerra comercial

El mercado financiero español sigue demostrando lo susceptible que es a estos períodos cíclicos de retracción en los flujos de capitales. La Bolsa de Madrid lleva dos semanas acumulando cuantiosas pérdidas debido a la volatilidad de la prima de riesgo, las presiones derivadas de la lenta recuperación de la actividad comercial y empresarial del país, así como el efecto pasivo que ha generado el paquete de estímulo de 200.000 millones de euros inyectado por el Gobierno.

La tendencia es muy regresiva y se mantiene en una espiral de deflación, no de los precios, sino de las ganancias de las empresas españolas, lo que se traduce en un efecto rebote sobre el mercado de empleo, el consumo y, por ende, el PIB español, es decir, la economía nacional. Otro golpe traumático cuyo dolor se creía superado tras la recesión de 2009-2010 y la crisis del euro en 2014. Nada más lejos de la realidad.

Y es que la sesión bursátil de este martes deja en evidencia que las inversiones se encuentran en una etapa de absoluta fragilidad a causa de la presión generada por la incertidumbre ante un rebrote de la pandemia que devenga en nuevas fases de confinamiento y paralización de la economía como ocurrió antes del arriesgado plan de desescalada anunciado por Pedro Sánchez. Las Bolsas europeas han vuelto a pérdidas y no consiguen consolidar de apreciaciones que inició esta semana, después de la mejor sesión en dos meses para el Ibex 35.

El selectivo ha borrado las ganancias del inicio de la jornada y ha cerrado con importantes caídas, arrastrado por el fin del veto a las posiciones bajistas. Esto se traduce en que las grandes colocaciones de capital por parte de los inversores son ahora más factibles gracias a la liberalización de un mercado que mostraba mucha reticencia a las posiciones o cotizaciones arriesgadas de amplia magnitud.

Además, la incertidumbre en Europa es ahora alimentada como un bidón de gasolina sobre un incendio debido a que el temor vuelve a campear en los parqués del Viejo Continente por el eventual estallido de otra guerra comercial entre China y Estados Unidos, que mantienen importantes conexiones con las empresas españolas y el resto de las europeas, esto después de que el índice bursátil de la Bolsa estadounidense Nasdaq anunciase que prevé restringir las salidas a Bolsa de las empresas chinas, según informa Reuters. La prima de riesgo, en cambio, vuelve a relajarse, pero esto no es señal de los capitales españoles han vuelto a ser del todo seguros o absolutamente con indicadores verdes.

La posible vacuna contra el coronavirus probada con éxito por la farmacéutica Moderna en los primeros ensayos clínicos cambió el lunes el signo bajista que habían mantenido las Bolsas durante la semana pasada, pero su efecto aliviador se ha difuminado en una jornada de gran volatilidad. El Ibex ha caído este martes un 2,51%, hasta los 6.609,1 puntos.

A pesar de que algunas compañías europeas y estadounidenses han decidido reinvertir en títulos accionarios que estaban estancados por sus signos de bajo rendimiento, prefirieron apostar por un reacomodo del mercado ante la expectativa social y económica que representa el avance de la ciencia en el desarrollo de la vacuna, cuyo efecto global será tan impactante como la llegada de la pandemia por la posible escalada de tensiones comerciales y diplomáticas que su patente podría generar entre China y EE UU, lo que dificultaría su exportación y distribución a nivel mundial.

Solo las acciones de la industria turística han resistido el sacudón del mercado, el IAG se ha vuelto a disparar, alrededor de un 7%, ante las buenas perspectivas sobre la reapertura del espacio aéreo. Sabadell y Bankia, en cambio, han liderado los números rojos, con caídas superiores el 10%. Pero Telefónica, Santander y BBVA son los gigantes que verdaderamente han lastrado el índice. Y todo en un día en el que el Banco de España ha comunicado que la deuda pública alcanzó en marzo su máximo histórico.

Eso comportamientos negativos demuestran la urgencia del mercado por invertir en los sectores que los agentes perciben como los posibles beneficiarios en potencia de una nueva circulación masiva de capitales en flujos financieros emitidos en ayudas y créditos a la industria aérea y turística por parte de gobiernos, bancos y grandes corporaciones asociadas, tanto en España como en el resto de Europa.

El selectivo madrileño cosechó en la sesión anterior una gran subida del 4,7%, hasta escapar de los mínimos de marzo, a los que había vuelto a caer en un escenario marcado por las previsiones catastrofistas, el miedo a una guerra comercial y las dudas sobre un posible rebrote del coronavirus. Un nuevo episodio de tensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo causaría una contracción de las exportaciones e importaciones españolas, lo que desvalorizaría las inversiones muchas empresas agrupadas en el Ibex y en la Bolsa de Madrid.

Las dudas permanecen y el Ibex ha liderado las pérdidas comunitarias. Los demás índices han caído alrededor de un 1%, aunque Fráncfort ha cerrado plano. Los datos de ventas de coches tampoco han ayudado: se desplomaron un 78% en abril para el conjunto de la Unión Europea. Entonces, el golpe ha venido por el flanco industrial, aunque las perspectivas de recuperación de las bolsas europeas podrían repuntar en la medida que comiencen a definirse los detalles del paquete de recuperación anunciado por Alemania y Francia para toda la UE por medio billón de euros.

Los parqués asiáticos, en cambio, han cerrado con optimismo: Tokio ha subido un 1,49% y Hong Kong un 2,11%, aún con la sobreenergía del gran comportamiento de Wall Street y los mercados europeos en la jornada anterior. La Bolsa de Nueva York ha abierto este martes con una ligera tendencia a la baja.

Por lo tanto, la tendencia en el mercado financiero europeo y estadounidense en su conjunto como esquema macro del sistema neocapitalista global, se basa actualmente en que todo dependerá de dos factores clave totalmente interrelacionados: la evolución de la guerra comercial China-EE UU y el desarrollo de la vacuna contra la Covid-19.

Si EE UU induce más aranceles a las exportaciones chinas y las encarece, el impacto podría afectar la capacidad de Pekín para distribuir la vacuna y reactivar su economía con absoluta dinámica mediante la reconexión con los mercados de América Latina y los mercados del Asia emergente. @mundiario

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