El mayor mercado financiero mundial acumula ganancias ante la salida de Trump del hospital
Así como los grandes centros del poder financiero global, que controlan los inmensos flujos de capitales que mueven la economía mundial, colapsaron el pasado viernes con el shock internacional producido por el contagio con Covid-19 del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hoy los parqués financieros han vuelto a reaccionar con volatilidad, pero esta vez positiva y en números verdes.
Y es que la Bolsa de Valores de Nueva York, Wall Street, cerró con ganancias este lunes y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subió un 1,68% ante la salida sorpresiva del presidente Trump del hospital en el que ingresó el pasado viernes tras ser diagnosticado con COVID-19.
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Esto implica que el índice accionario que agrupa a las empresas más rentables e importantes de EE UU y del mundo acumuló el equivalente a unos 100 millones de dólares en beneficios netos en la jornada de este lunes. La causa está en que los inversionistas interpretaron la salida de Trump del centro médico, aunque no está dado de alta porque sigue enfermo de Covid-19, como una señal de fortaleza política, administrativa y financiera del Gobierno estadounidense para mantener a flote la economía del país mediante un nuevo paquete de estímulos fiscales y subsidios a la población a pesar de la recesión, un rescate estancado en este momento en el Congreso.
Al final de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones sumó 465,83 puntos y se situó en 28.148,64 unidades, lastrado por grandes compañías cotizadas como Amgen (4,33 %), Apple (3,19 %), Travelers (3,18 %) y Dow Inc (2,68 %).
Entonces, el desempeño corporativo en EE UU es solo el reflejo de un evento histórico de alcance global; el contagio del presidente de la mayor potencia mundial con un virus que ha desencadenado la tercera pandemia más devastadora de la historia de la humanidad, pero no es el reflejo de la economía estadounidense real, que aunque es la más grande del mundo, tiene serias brechas sociales y una desigualdad estructural que soslayan el falso paradigma del famoso American dream o sueño americano. @mundiario
