Rajoy cuestiona las pensiones públicas e ignora que la mayoría de la gente no puede ahorrar

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España. / Twitter
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España. / Twitter.

Al defender el ahorro familiar para pensiones privadas y educación Rajoy no sólo cuestionó los sistemas públicos de pensiones y educación. También desincentiva el consumo interno, clave para estimular nuestras pymes y demuestra que vive en una realidad ajena a la de la mayoría social y que carece de toda empatía.

Rajoy cuestiona las pensiones públicas e ignora que la mayoría de la gente no puede ahorrar

Mariano Rajoy ha recomendado a la ciudadanía que aproveche el "buen estado" de la economía para “ahorrar” pensando en las necesidades familiares futuras de pensiones y educación. El mensaje es muy desafortunado. Nuestro sistema de pensiones es público y se alimenta con cotizaciones sociales de empresas y trabajadores. Los impuestos financian el sistema público de educación y las becas para los estudios universitarios. Con su llamada al ahorro para pensiones y educación privada Rajoy manifiesta la voluntad política del PP de desmontar o por lo menos reducir la cobertura pública de las pensiones y de la educación, pilares fundamentales del estado del bienestar.

Los problemas del sistema público de pensiones tienen más que ver con el grave deterioro del mercado de trabajo. Con un PIB estatal equivalente al de 2008 los números de la ocupación y, sobre todo, de las remuneraciones salariales y cotizaciones sociales son sustancialmente más bajos. Dos generaciones que cotizaron con largueza en su vida laboral verán dramáticamente reducida su pensión por el desempleo y subempleo de la Gran Recesión. Éste es el principal problema de las pensiones en el corto plazo y no la sostenibilidad del sistema a largo plazo, siempre complementable con cargo a impuestos. Por otra parte, los sistemas privados de pensiones se mostraron mucho menos rentables y seguros,en general, que los públicos.

Pero las palabras de Rajoy de muestran que vive una realidad paralela. Con los niveles actuales de desempleo y, sobre todo, de trabajadores pobres, con los millones de hogares donde entran ingresos inferiores al salario mínimo (735,90 €/mes)  la mayoría social no puede ahorrar porque no le da para llegar al fin de mes. Las mejoras macroeconómicas y en los niveles de ocupación no llegaron a la ciudadanía porque la distribución de la renta se modificó sustancialmente. Pensemos que tan extrema ha sido esta evolución hacia la peor distribución de renta que  Estado español es el segundo más desigual de la Unión Europea.

Sin contar que la llamada al ahorro desincentiva el consumo interno, que es lo que moviliza los mercados locales y garantiza la supervivencia de la mayor parte de las pymes gallegas, españolas y europeas.

Vivimos en directo otra muestra de la empatía de Mariano Rajoy, que no quiere discutir de igualdad salarial entre hombres y mujeres y no comprende porque el nombre de la calle pontevedresa del almirante franquista sospechoso de crímenes de guerra González Moreno, cambió al de la poetisa nacional gallega Rosalía de Castro. @mundiario

Comentarios