Mariana Mazzucato abandera un nuevo consenso económico mundial

Mariana Mazzucato. / BBC
Mariana Mazzucato. / BBC
Alerta de que la mayoría de las instituciones siguen rigiéndose por "normas anticuadas" que obstaculizan las respuestas necesarias para poner fin a la pandemia o alcanzar los objetivos contra el cambio climático.
Mariana Mazzucato abandera un nuevo consenso económico mundial

"Cuando los líderes del G-20 se reúnan el 30 y 31 de octubre para discutir sobre la manera de 'superar los grandes desafíos actuales' –entre ellos, la pandemia, el cambio climático, la creciente desigualdad y la fragilidad económica– deben evitar caer nuevamente en los supuestos desactualizados que nos condujeron al desastre actual", propone Mariana Mazzucato, profesora de Economía de la Innovación y Valor Público en el University College de Londres, en un artículo que publica en el diario El País.

Mariana Mazzucato abandera, pues, un nuevo consenso económico mundial y alerta de que la mayoría de las instituciones siguen rigiéndose por "normas anticuadas" que obstaculizan las respuestas necesarias para poner fin a la pandemia o alcanzar los objetivos contra el cambio climático.

"La alternativa es el Consenso de Cornwall, recientemente propuesto. El de Washington minimizó el papel del Estado en la economía y presionó a favor de una agresiva agenda de libre mercado, desregulación, privatización y liberalización comercial; el Consenso de Cornwall (que refleja los compromisos expresados en la cumbre del G-7 en Cornwall en junio del año pasado) invertiría esos mandatos. Con la revitalización del papel económico del Estado, nos permitiría dedicarnos a implementar metas sociales, crear solidaridad a escala internacional y reformar la gobernanza mundial en pos del bien común", señala también la autora del libro 'Misión Economía: una guía para cambiar el capitalismo' (Allen Lane, 2021).

Mariana Mazzucato, que también es directora fundadora del Instituto para la Innovación y los Fines Públicos, sostiene que para obtener subsidios e inversiones de las organizaciones estatales y multilaterales, los beneficiarios estarían obligados a implementar una rápida descarbonización (en vez de una rápida liberalización del mercado, que exigen los préstamos del FMI para programas de ajuste estructural). Esto significa que los gobiernos pasarían de reparar –intervenir solo cuando el daño ya fue hecho– a preparar: actuar anticipadamente para protegernos de los riesgos e impactos futuros.

"Está por verse –comenta esta profesora del University College de Londres en el diario de Prisa– si el Consenso de Cornwall se mantendrá, pero algo debe reemplazar al consenso de Washington si queremos prosperar en vez de simplemente sobrevivir en este planeta. La covid-19 nos permite entrever los problemas trascendentales de acción colectiva que enfrentamos. Solo la cooperación y coordinación internacional renovada de las capacidades estatales ampliadas –un nuevo contrato social avalado por un nuevo consenso– puede prepararnos para abordar las crecientes crisis entrelazadas que nos aguardan."

"El Consenso de Cornwall también nos llevaría de la corrección reactiva de las fallas de mercado a la modificación y creación proactiva de los tipos de mercados que necesitamos para cultivar una economía verde. Nos llevaría a reemplazar la redistribución por predistribución. El Estado coordinaría asociaciones público-privadas orientadas a misiones para crear una economía resiliente, sostenible y equitativa", concluye Mazzucato.

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