La mala imagen y la fuga de depósitos condenaron al Popular ante el BCE

Sede del Banco Central Europeo. / RRSS
Sede del Banco Central Europeo. / RRSS

El Banco Central Europeo ha publicado el informe no confidencial en el que describe cómo tomó la decisión que llevó al Santander a comprar la entidad por un euro.

La mala imagen y la fuga de depósitos condenaron al Popular ante el BCE

"El agotamiento significativo de sus depósitos" al igual que "la cobertura negativa en los medios" de comunicación terminó de convencer al Banco Central Europeo (BCE) de que la mejor opción para apagar el polvorín en que se había convertido el Banco Popular era venderlo al Santander. Así se lee en la versión no confidencial del informe de evaluación que hizo el banco europeo justo antes de dictar su resolución sobre la entidad para luego ser vendida a los de Ana Botín.

El BCE hace un repaso de los acontecimientos que provocaron que el Popular sufriera el fuerte deterioro de su posición de liquidez. Dentro de ellos apunta una "cobertura negativa en los medios" en relación con las especulaciones por la dimisión de miembros importantes de sus directivas, las pérdidas reportadas por el banco en todo el 2016 y el primer trimestre de 2017, al igual que los anuncios hechos por Emilio Saracho, último presidente de la entidad, en que apuntaba la necesidad de celebrar una nueva ampliación de capital o emprender una nueva operación corporativa.

De acuerdo a la evaluación, para febrero el Popular apuntaba la necesidad de provisiones extraordinarias que subían hasta los 5.692 millones de euros, por lo que la agencia DBRS rebajó su rating, lo cual desató "preocupaciones significativas" en los clientes de la entidad, las cuales se vieron reflejadas en "salidas de depósitos inesperadas" así como en una "alta frecuencia de visitas de los clientes a la red del banco".

A esa caída del rating se unieron otras de parte de Standard and Poor's y Moody's al punto que para el 31 de mayo la pérdida de depósitos ya era tildada como "particularmente relevante", explica El País. Según el supervisor, la entidad desarrolló varias medidas adicionales a fin de generar liquidez y dio luz verde para su implementación, aunque al final no bstaron para detener lo inevitable.

"Incluso con el recurso a la ELA (línea de liquidez de emergencia), la actual situación de liquidez no es suficiente para asegurar la capacidad de la entidad supervisada de cumplir con sus responsabilidades en el transcurso del 7 de junio", explica el informe redactado el 6 de junio.

El BCE, por tanto, concluyó que el banco "tenía opciones muy limitadas" a raíz de esta situación por lo que no hubieran sido capaces de ingresar dinero mediante operaciones regulares en el mercado o de bancos centrales y no era capaz de movilizar la liquidez adicional suficiente para pintar otro escenario.

"Dado lo anterior, particularmente las excesivas salidas de depósitos, la rapidez a la que la liquidez se está perdiendo por parte del banco y la incapacidad de la entidad de generar más liquidez, existen elementos objetivos que indican que la entidad supervisada será probablemente en el futuro próximo incapaz de pagar sus deudas u otras cargas. Por ello, se considera que la entidad caerá o es probable que lo haga en el futuro próximo de acuerdo con la legislación", escribieron los directivos del BCE.

 
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