A Madrid le queda Eurovegas como balón de oxígeno frente a la crisis y el desempleo

El empresario que promueve Eurovegas en Madrid, acompañado de su mujer.
El empresario que promueve Eurovegas en Madrid, acompañado de su mujer.

Tokio venció haciendo gala de su solvencia económica y de su histórica tolerancia cero frente al dopaje, dos valores que España no pudo aportar por razones de todos conocidas.

A Madrid le queda Eurovegas como balón de oxígeno frente a la crisis y el desempleo

A la tercera (iba) la vencida, pero ahora ni eso: la candidatura de Madrid como sede olímpica en 2020 ha vuelto a fracasar, sin ni siquiera opción para ser finalista, ya que ese privilegio correspondió a Estambul y a Tokio, que ganó. Una gran decepción para Madrid y para España, que parece exigir una reflexión profunda, más allá del deporte y del negocio del deporte. Si en algo todos podemos coincidir es en que hay muchas razones –internas y externas- que explican esta derrota sentenciada -a cara oculta- por el Comité Olímpico Internacional (COI). A Madrid le queda Eurovegas como balón de oxígeno frente a la crisis y el desempleo.

Cuando uno pierde es porque otro gana, ante lo cual caben dos opciones. Una es hacer la autocrítica tras la derrota y quedarse ahí, entre disculpas, quejas por la actuación arbitral y tal vez alguna autocrítica, a menudo para saldar rivalidades internas. Y la otra es hacer una buena autocrítica con afán de no perder el siguiente partido y de ir a por otras, sin dejar de reparar en los méritos del ganador. Por eso mismo, tal vez debemos fijarnos más en los que ganaron para entender lo que sucedió en Buenos Aires. Y, si lo hacemos, al final lo que se ve es que Tokio venció haciendo gala de su solvencia económica y de su histórica tolerancia cero frente al dopaje, dos valores que España no pudo aportar por razones de todos conocidas.

La marca España –nunca mejor dicho- marca. Y marca con recortes de todo tipo -también en el deporte- que la gente sufre dentro, pero que se ven igualmente desde fuera. Son recortes que no son un juego, sino algo dramático. La crisis ha hundido la imagen global de España en el mundo y el dopaje ha empañado sus innegables éxitos deportivos en fútbol, tenis, automovilismo, ciclismo, motociclismo, baloncesto, balonmano y tantas otras especialidades. Para rematarla, la corrupción ha puesto la guinda que faltaba. Hay un dato que no es menor: Madrid le había ganado en las eliminatorias previas a Japón cuando se presentó para organizar los juegos de 2016. Si ahora perdió no será porque ambas ciudades han alterado su fisonomía, sino más bien porque cambiaron sus circunstancias económicas, políticas y deportivas. @J_L_Gomez

A todo esto, proclama Rajoy en Twitter: “Orgullosos de nuestro país y de tanta gente que ha hecho un gran esfuerzo por @Madrid2020 (…)”. Madrid. Fin de la cita.

 

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