El índice global de acciones MSCI se desploma un 5% y podría detonar otra crisis financiera

Mercado financiero.
Un inversor frente a un panel de cotización de acciones. / Twitter.
El mercado pierde cada vez más capitales a medida que el pánico a la epidemia de coronavirus tumba las bolsas mundiales, cierra empresas, restringe la movilidad laboral y humana, y desacelera la globalización a niveles históricos.
El índice global de acciones MSCI se desploma un 5% y podría detonar otra crisis financiera

La economía mundial se está quedando sin combustible. Tal cual como si se trata de un ser humano desangrándose, en ese mismo estado se encuentran los mercados mundiales a esta hora al perder miles de millones de dólares en capitales debido a que el efecto expansivo del coronavirus, aunado a que el pánico global se ha propagado al mismo ritmo de la infección, provocó una migración masiva del flujo mundial de capitales a los dos principales activos de refugio que las empresas, inversores, tenedores de bonos y ahorristas emplean para resguardarse de la tempestad que tiene en vilo al planeta: el dólar y el oro.

Y es que, según reportó Reuters, el índice global de acciones MSCI se desplomó este lunes más de un 5% y va en camino a sufrir su mayor baja diaria desde el peor momento de la crisis financiera en diciembre del 2008, cuando los mercados se desinflaron al explotar la burbuja hipotecaria que llevó a la quiebra a cientos de fondos de inversión, bancos y gobiernos en todo el mundo.

Además, el derrumbe de los precios del petróleo desató una liquidación del mercado, pues los capitales excedentes terminaron de ser inyectados en las compras de inventarios pendientes antes de que la reunión de la OPEP en Viena, el pasado viernes, fracasara tras la negativa de Rusia de aprobar un brusco recorte de la producción mundial de crudo en 1,5 millones de barriles diarios.

Esta tendencia, que terminó de vender las acciones remanentes en la sesión de operaciones del viernes, y hoy arroja una curva negativa en la inyección de capital global distribuido en las empresas que controlan el monopolio del dinero y las exportaciones planetarias, ha borrado casi 2,5 billones de dólares en valor de mercado de las acciones mundiales, lo que representa al menos un 10% del PIB mundial, denominado en una astronómica cifra de trillones de dólares. 

El índice referencial S&P 500 de Wall Street suspendió operaciones por 15 minutos en la apertura de la sesión tras caer más de 7%. 

El desplome de los mercados deja a la economía mundial con su circulación y liquidez de dólares y euros, las dos principales divisas con las que se financia el planeta, parcialmente estancada. Esta situación podría escalar a niveles tan alarmantes que se desencadenaría una nueva crisis financiera mundial como la de 2008, pero en ese hipotético escenario, no por una burbuja hipotecaria, sino por una convergencia de varios factores: devaluación de las monedas latinoamericas y asiáticas, estancamiento en la circulación de capitales, reducción de las inversiones, así como el traslado masivo de valores a rentas fijas y el dólar u oro en detrimento de los servicios de deuda con los que se sostiene la banca mundial y muchos gobiernos del mundo.

Este nuevo lunes negro del 9 de marzo de 2020 revive los fantasmas de aquel fatídico lunes 19 de octubre de 1987, cuando los mercados de valores de todo el mundo se desplomaron en un intervalo de tiempo muy breve. La caída comenzó en Hong Kong, se propagó hacia Occidente a través de los husos horarios internacionales, llegó a Europa y, por último, a Estados Unidos. @mundiario

Comentarios