Llega el tiempo de tomar decisiones sobre los planes de pensiones

Pensionistas. / Pixabay
Pensionistas. / Pixabay

​Están concebidos para la jubilación, pero también pueden ser rescatados en caso de incapacidad, dependencia y fallecimiento, así como en los supuestos excepcionales de liquidez.

Llega el tiempo de tomar decisiones sobre los planes de pensiones

Las campañas de los planes de pensiones de las entidades financieras no comienzan con la llegada del otoño por casualidad. Se trata de captar ahorro aprovechando las ventajas fiscales de los planes de pensiones antes del cierre del ejercicio. Las estadísticas revelan que, a menudo, los ahorradores esperan al último trimestre del año o incluso al último mes para, de acuerdo con su asesor fiscal o basándose en sus propios conocimientos, tomar decisiones fundamentadas y racionales al respecto. De lo que se trata, a fin de cuentas, es de maximizar.

Las aportaciones a este tipo de productos de previsión social adaptan sus cuantías a las circunstancias personales, pero a veces también se dejan llevar por las ofertas de determinados planes de pensiones, entre las que este año ha sido madrugadora la del Banco Popular.

Según la legislación vigente en España, los planes de pensiones están concebidos para la jubilación, pero también pueden ser rescatados en caso de incapacidad, dependencia y fallecimiento, así como en los supuestos excepcionales de liquidez, es decir, enfermedad grave o paro de larga duración. Cabe, asimismo, el rescate a partir de 2025, si los planes de pensiones tienen más de diez años de antigüedad.

Sobre el papel se trata de productos poco líquidos, ya que tratan de favorecer la acumulación de dinero para cuando alguien deje de trabajar. Los planes de pensiones se adaptan, pues, a distintos perfiles de riesgo, dado que pueden invertir en todo tipo de activos, ya sea renta fija o variable. “Antes de contratar uno, debemos tener claro cuáles son nuestros objetivos, qué rentabilidad necesitamos para alcanzarlos y cuál es nuestro perfil”, advierte Paula Satrústegui, directora de Planificación Financiera en la firma Abante.

Por ello, en los últimos tiempos han sido varias las entidades que han optado por introducir los planes de pensiones perfilados. Un ejemplo muy reciente lo tenemos en el Popular con la creación de la Gama de Planes Óptima.

El dinero invertido a través de planes de pensiones se reduce de la base imponible en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En otras palabras, Hacienda devuelve el tipo marginal del IRPF de lo aportado. Un ejemplo: para un marginal del 45%, una aportación de 8.000 euros a planes de pensiones, supone que Hacienda devuelve 3.600 euros. “La única restricción es que dicha reducción no puede hacer negativa la base general”, aclara Paula Satrústegui.

Los límites a las aportaciones de dinero a los planes de pensiones son dos. El primero es el tope financiero, léase, la cantidad máxima que puede aportarse –8.000 euros– a todos los productos contratados de ese tipo. El segundo límite es fiscal y se refiere al tope a deducir, independientemente de si se aporta más por el límite financiero. Se considerará la menor de las siguientes cantidades: 8.000 euros anuales o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.

“Los planes de pensiones nos proporcionan el beneficio del diferimiento fiscal: normalmente, durante nuestra etapa laboral tenemos un tipo impositivo superior que durante la jubilación, por eso, deducirnos en la primera etapa las aportaciones y pagar durante la segunda, nos proporciona un ahorro adicional”, concluye la directora de Planificación financiera en Abante.

 

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