La tragicomedia en la renta fija ha sido la obra encargada para el cierre de mayo

Las dudas en la renta fija comenzaron en EEUU
En el mes de mayo, la renta fija española, tanto pública como privada, ha podido capear de mejor manera el chaparrón, sobre todo con referencias a vencimientos inferiores a cinco años.
La tragicomedia en la renta fija ha sido la obra encargada para el cierre de mayo

Poderoso caballero es don Dinero...

El mes de mayo ha echado el telón en los mercados financieros con una caracterización no esperada por el gran público. Tras el buen humor de las comedias financieras de inicio y mediados del mes, la tragicomedia en la renta fija ha sido la obra encargada para el cierre de mayo.

Retomando la jerga de los mercados, tras el fuerte tensionamiento de las curvas de deuda pública de EE UU y, en menor medida, de Alemania, a raíz del posible aterrizaje monetario analizado en mi anterior artículo, ha habido un fuerte movimiento de aversión al riesgo en la mayoría de nichos de la renta fija, cerrando el mes  con rentabilidades negativas.

Echando un vistazo a los números de cada uno de los diferentes nichos de la renta fija a nivel global, el último mes nos deja una característica atípica más propia de un movimiento de “sell-off”.

El mayor drenaje ha acampado en la deuda de países emergentes en divisa local, a pesar de que éstos tienen un perfil de deuda y liquidez bastante más benévolo que los países desarrollados y, por tanto, en principio están menos sesgados al soporte de la liquidez de la Reserva Federal en comparación con los países desarrollados. Además, ha habido una muy alta correlación entre todos los tipos de renta fija y, contrariamente a lo esperado, la deuda high yield ha sido la que relativamente mejor “ha salvado los muebles” según los subíndices de Barclays y JP Morgan.

El movimiento en la renta fija emergente

Este caldo de cultivo para los bajistas ha venido aderezado, además, por una fuerte caída de las divisas emergentes frente al dólar. Si bien las divisas ligadas a las materias primas (dólares australiano y neozelandés) han sido las más castigadas antes las dudas de un parón económico en China (el índice PMI lo atestigua), prácticamente todos los cruces emergentes han perdido valor frente al dólar.

En este contexto, la renta fija ha sido la gran perjudicada frente a otros activos, como la renta variable o divisas como el USD, ya que las rentabilidades de los vehículos de inversión han sufrido fuertes varapalos al cierre de mayo. Algunos de ellos han expuesto caídas de máximo a mínimo superiores al 4% y, a duras penas, encontramos gestores con el mes en positivo. Fuera de ese ámbito de inversión, la renta fija española, tanto pública como privada, ha podido capear de mejor manera el chaparrón, sobre todo con referencias a vencimientos inferiores a 5 años.

¿Qué podemos esperar del activo?

En adelante, las dudas parecen que seguirán existiendo sobre la renta fija pública y privada de EE UU, países emergentes y, en menor medida, Alemania. El inversor debe ser consciente de que las rentabilidades pasadas de la renta fija no volverán a sucederse, aunque, en cuanto a las divisas emergentes, tanto los fundamentales como una normalización de la reciente sobreventa, sentarán una recuperación de sus precios.

En suma, la asignación de la cartera a la renta fija debe reducirse y ponderar tanto los vehículos de gestores flexibles como aquellos nichos de mercado que siguen ofreciendo valor, como es el caso de la renta fija española.

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