La crisis condena al desguace al portaaviones "Príncipe de Asturias", que costó 630 millones

Movimientos en el sector naval. La Armada española incluye en el horizonte 2012-2025 la construcción de las fragatas F-110.
La crisis condena al desguace al portaaviones "Príncipe de Asturias", que costó 630 millones

El "Principe de Asturias" arribó ayer a Ferrol

El portaaviones R-11 Príncipe de Asturias, considerado en su momento como el mejor portaaviones ligero del mundo, ya está de vuelta en Ferrol. Ayer rindió su última singladura. Con un año de retraso sobre lo previsto, se botó en el 1982 y tres décadas después retorna con destino al desgüace. ¡Sic transit gloria mundi! Para que este buque continuase operativo precisaría de un esfuerzo inversor en su modernización y, con la que está cayendo, no pareció oportuno realizar ese gasto. Además, tiene sustituto en el L-61 Juan Carlos I. El portaaviones Príncipe de Asturias, en cuya fabricación se invirtieron nueve años y se gastó la barbaridad de 630 millones de euros, marcó un antes y un después en la historia de las construcciones navales militares españolas. Hasta que entró en servicio, la Armada contó con el portahelicópteros Dédalo, rehabilitado de un viejo navío estadounidense. Posteriormente, una vez lanzado al mar, sirvió de reclamo para exportar el diseño a terceros países, objetivo alcanzado con el contrato para Tailandia del Chakri Naruebet, que se entregó en 1997. Era la primera vez que un país europeo construía una unidad naval para la Armada de un país extranjero.

Horizonte 2025

Los especialistas en Defensa hablan del horizonte 2025 como referente para un diseño futuro de la flota y, por descontado, ya habían excluido antes de ahora al R-11, que tendría 37 años a esas alturas y 46 desde que se iniciara su construcción. Los esfuerzos se dirigen a disponer de una Armada equilibrada en sus componentes y con capacidad expedicionaria, según señala un informe elaborado por F. Javier Álvarez y M. Luisa Medina titulado "Armada 2025, una visión para el futuro". En la relación de necesidades no aparece la sexta fragata F-100 "que ha dado mucho que hablar en los últimos años, tanto en el ámbito de la Armada como en las organizaciones sindicales locales en Galicia", precisan los autores mencionados, refiriéndose a los sindicatos ferrolanos. Se deduce que la Armada considera cubiertos sus requerimientos y renuncia a la continuación de la serie.

Fragatas F-110

Sin embargo para el período que media entre 2012 y 2025, en teoría la Armada incluye, entre otros programas, seis fragatas de la clase F-110 y la modernización de media vida de las F-100 que deberá llevarse a cabo entre 2018 y 2025. Para el caso de las F-110 ya se dispone de un documento de líneas generales, pero ahora hace falta ver la viabilidad que el Gobierno atribuye teniendo en cuenta los azarosos tiempos de la crisis por la que estamos atravesando. Para Navantia-Ferrol, actualmente con apenas carga de trabajo, vendría como agua de mayo este encargo. Mientras tanto sindicatos e instituciones, incluida la Xunta de Galicia, abogan por un dique flotante que permita instalar en la ría ferrolana un gran centro de reparaciones, proyecto que está rodeado de gran controversia ya que, según las últimas revelaciones de la dirección de Navantia y de la propia SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), tiene el veto de la UE, aunque dirigentes socialistas piensan que no hay voluntad política para sacar adelante esta obra.

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