Si te interesa invertir en acciones deberías saber qué es un mini-flash crash

Wall Street, la Bolsa de Valores de Nueva York. / RRSS
Wall Street, la Bolsa de Valores de Nueva York. / RRSS

Una nueva investigación sugiere que las mini-crisis, en las que el precio de una sola acción o mercancía temporalmente se desvanece, pueden ser imparables.

Si te interesa invertir en acciones deberías saber qué es un mini-flash crash

En aproximadamente 400 milisegundos un relámpago es capaz de viajar 100,000 pies, un satélite puede volar dos millas, o el precio de una acción puede oscilar de $10 a $0,0001 y viceversa. Esto es básicamente una mini-crisis en la bolsa, una caída muy rápida, profunda y volátil de los precios que ocurre dentro de un período de tiempo extremadamente corto.

De hecho, algo así fue justo lo que sucedió a las acciones de la compañía de software Qualys hace unos años. En cuestión de segundos pueden darse mini-crisis o pequeños golpes que implican pérdidas sustanciales, y estos  movimientos de precios instantáneos tienen lugar alrededor de 12 veces al día. Los corredores de Wall Street les llaman “mini-flash crash”.

Otro ejemplo se suscitó en 2010, cuando cientos de acciones temporalmente desquiciaron el promedio industrial Dow Jones en pocos minutos. Son pequeños, pero son tan consecuentes, tanto para la acción individual como para el agregado. Tales acontecimientos extraños parecen contradecir nuestras creencias básicas acerca de la imparcialidad de los valores, la sofisticación de los mercados modernos, y la tan citada sabiduría de la multitud.

Más de 20.000 de estos microscópicos golpes se han registrado desde 2006. Algunos eran más grandes que otros, pero muchos eran bastante severos. Son momentáneos, pero si te pillan en uno, podrías incurrir en pérdidas comerciales sustanciales, daños en la reputación, multas y problemas legales.

En términos más generales, pueden erosionar la confianza de los inversores en los mercados, violar las teorías que ganan el Premio Nobel, e incluso escalar en colapsos pequeños hasta formar uno mucho más grande como en 2008 y 2010. De hecho, ese infame accidente comenzó como una interrupción en un solo instrumento: el contrato de futuros E-Mini S & P 500.

Los reguladores han instalado medidas con la esperanza de administrar este tipo de movimientos con dos reglas. Una regla borra operaciones que obviamente están equivocadas (probablemente nadie quiere vender acciones por centésimas de un centavo). Otra regla actúa como un disyuntor en casa, congelando temporalmente los mercados cuando los precios se sobrecalientan.

Aunque las investigaciones más recientes sugieren que puede ser imposible detener completamente las mini-crisis. De hecho, muchos observadores del mercado afirman que tales caídas instantáneas son la "nueva normalidad". ¿Tú qué piensas?

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