El injustificado miedo a la innovación de algunas empresas o la oportunidad de conectarse

No es comprensible el miedo existente en algunas compañías al cambio. En situaciones de crisis abundan los directivos que temen correr riesgos cambiando la rutina de la empresa. La innovación es hoy obligatoria.

¿Hay miedo a innovar? ¿Tienen las empresas temor a hacer cambios en sus políticas tradicionales de marketing o comercial? ¿La crisis está haciendo que los directivos de las compañías prefieran la continuidad al riesgo que puede suponer incorporar herramientas vanguardistas?

La respuesta a todas estas preguntas es sí. En la Europa de la crisis económica son muchos los directivos de compañías, especialmente grandes y medianas, que prefieren no salir en la foto. Es decir, no arriesgan ante sus jefes o consejos de administración incorporando herramientas innovadoras por mucho que todos los indicadores señalen que sí deberían hacerlo. Esto está dando lugar a una situación completamente  paradójica; en la que la calle, los ciudadanos, están liderando por sí solos el cambio. La modificación de sus hábitos de consumo, especialmente los relacionados con la información y la publicidad, está haciendo que solo aquellas empresas que apuestan de verdad por comunicarse con sus clientes o consumidores de una forma moderna estén conectando con su mercado. Hoy además, ese indeterminado mercado de antes, se ha convertido en un conjunto de consumidores cualificados que requieren una comunicación altamente personalizada. No valen herramientas del siglo pasado para dirigirse a ellos; ya no sirven campañas masivas que además significaban un gasto difícilmente justificable. Hoy el nuevo consumidor, acostumbrado a una sociedad muy tecnificada y altamente conectada, quiere que las marcas le hablen de la misma forma.

Por eso es más incomprensible el temor de las empresas y de sus equipos de dirección. En situaciones de crisis, como la actual, se requieren ideas e imaginación y es imprescindible dejar atrás actitudes conservadoras.

En este panorama destaca sobremanera el uso de dispositivos móviles como herramientas imprescindibles para la comunicación entre marcas y empresas. Los individuos nos hemos convertido en exigentes devoradores de información porque además vivimos  permanentemente conectados – always OnLine -- , como si las aplicaciones fueran cordones umbilicales que nos mantienen unidos a marcas y medios. Las empresas deben entenderlo así. Ese vínculo es una oportunidad para ellas.

Hoy existen herramientas y funcionalidades que trabajan en esa dirección. Por eso no es de extrañar que el último estudio sobre la previsión de crecimiento de las tecnologías que se engloban dentro de lo que se conoce como Realidad Aumentada anuncie crecimientos anuales del 132% hasta el año 2018. Esas tecnologías – geolocalización, reconocimiento de imágenes, reconocimiento de gestos, etc. – hacen que las marcas sepan dirigirse a sus consumidores en el momento adecuado y en el lugar adecuado.

La crisis se combate con modernidad. No hay riesgo cuando se tiene claro qué tipo de comunicación se quiere con el cliente. El Smartphone es una auténtica oportunidad para desarrollar políticas de StreetMarketing y GeoMarketing. Hoy la tecnología nos pone la oportunidad ante nuestros ojos. Las empresas deben dar un paso adelante y no perder el compás de la calle.