La inflación se dispara en España, que supera los 20 millones de ocupados
La inflación se ha disparado en España al 5,5%, su cota más alta en 29 años, por la subida de la energía, si bien la subyacente resiste mucho mejor. De este modo, los precios en España encadenan ocho meses de avances. Las claves de esta situación están en los altos precios de la electricidad y los combustibles, el repunte del consumo y los problemas en las cadenas de suministro globales.
A su vez, España supera los 20 millones de ocupados por primera vez desde finales de 2008, al inicio de la Gran Recesión, con lo cual la tasa de paro se reduce hasta el 14,57% en el tercer trimestre de este año. El número de ocupados aumentó en el tercer trimestre en 359.300 personas, hasta alcanzar los 20.031.000, lo que supone un incremento del 1,83% con respecto al trimestre anterior.
En el libro Cómo salir de esta (II), de reciente aparición y a la venta en Amazon, se recuerda que los datos avanzados del IPC de julio de 2021 (2,9%) ya trajeron consigo la mayor tasa de crecimiento interanual de los precios en España desde febrero de 2017 y que las cosas aún fueron a peor en los meses siguientes. Los servicios de alojamiento y el gas se pusieron detrás de la tensión en los precios, con el de la luz por las nubes. Tanto es así que el desbocado precio de la electricidad obligó al Gobierno a acelerar las medidas de control en el comienzo de un curso 2021-2022 con muchos otros frentes. Pero el fenómeno de la inflación no se dio solo en España, también se acusó en otros estados europeos y más aún en EE UU (5,4% en junio) y en China (9% interanual), aunque los motivos no fueron los mismos en todos los casos.
Entre los economistas no hay unanimidad sobre su verdadero alcance: para unos se trata de aumentos de precios producto de alteraciones temporales, debidas a la recuperación de la pandemia, pero para otros hay un problema de inflación estructural, es decir, algo más de fondo. Sobre la inflación real y su percepción social, los vaticinios tranquilizadores del BCE contrastan con las anticipaciones alcistas de los hogares, según la opinión fundamentada de Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas. Sea como sea, varios países europeos ya incorporaron revisiones de precios en la obra pública, futura o en curso, para compensar por la subida de costes, según constató Cinco Días a la altura de septiembre de 2021.
Si extrapolásemos a España y a la eurozona las teorías del premio Nobel de Economía Paul Krugman, la deuda no sería un problema, teniendo en cuenta los bajos tipos de interés, y la inflación tampoco lo sería, dada la capacidad de la economía para absorber un aumento del gasto público. Pero está por ver que todo esto vaya a ser así, al menos en la eurozona, que es el espacio económico que condiciona –y disciplina– a España. @mundiario