La inflación acumula seis meses a la baja influenciada por el aumento de la electricidad

Una persona en el supermercado. / RR SS
Una clienta en supermercado en Barcelona, España / eleconomista.es
Aunque los precios siguen cayendo, lo hacen a un ritmo más lento por el impacto financiero que tiene sobre los productores y los distribuidores de bienes el incremento de sus costos eléctricos. 
La inflación acumula seis meses a la baja influenciada por el aumento de la electricidad

El sistema de precios y el costo de la vida en España se mantienen relativamente estables sin mayores sobresaltos. Si bien es una buena noticia para la sociedad española, el ciclo de debilitamiento de los valores de la economía en medio de la actual recesión tiene el componente de los servicios públicos como su principal factor explosivo. Es decir, lo que incida en un incremento de las tarifas de luz, gas y agua, repercute directamente en los presupuestos de las familias. 

Y es que el índice de precios al consumidor (IPC) continúa en terreno negativo desde hace seis meses cuando impactó en el consumo la pandemia de coronavirus. Los españoles comenzaron a comprar y a demandar menos rubros, lo que desvalorizó las mercancías de varios sectores productivos y eso se reflejó en los precios finales y en todas las estructuras de costos e inventarios. No obstante, la caída interanual de septiembre en los precios se ha moderado una décima, hasta el 0,4 %, por el encarecimiento de la electricidad.


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Esto implica que aunque los precios siguen cayendo, lo hacen a un ritmo más lento por el impacto financiero que tiene sobre los productores y los distribuidores de bienes el incremento de sus costos en la manutención del servicio eléctrico en plantas industriales, empresas y supermercados. 

“Tras mantenerse en tasas positivas por tres años y medio, la crisis del coronavirus dejó la inflación de marzo sin cambios, para desplomar después los precios en abril y mayo (0,7 % y 0,9 %) en lo más duro del confinamiento”, según el informe más reciente del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por lo tanto, la variación de los precios es tan reducida en España, que los presupuestos destinados a la adquisición de productos básicos no se ven perjudicados, pero la incidencia de los servicios públicos en la estabilidad socioeconómica de la población evoluciona con cada aumento de las tarifas, en este caso de luz, algo que preocupa sobremanera a los españoles. @mundiario

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