Incluir el objetivo del empleo y su calidad en los indicadores de solvencia es vital

Para el desempleo también hay soluciones.
Para el desempleo también hay soluciones.
Según este economista de Costa Rica, colaborador de MUNDIARIO, el empleo debería ser la variable fundamental a considerar en cualesquiera que sean las propuestas de política económica. Pero no es así.
Incluir el objetivo del empleo y su calidad en los indicadores de solvencia es vital

La ortodoxia económica siempre ha mirado el empleo como el residuo del accionar del programa económico, es decir, luego de los equilibrios de precios el empleo se ajusta a la voluntad del mercado. Tremendo error de quienes hoy dirigen la macroeconomía global, el descontento y sinsabor sobre el desempleo en todas sus categorías, es un mal económico de nuestro tiempo que supera con creces las dimensiones cortoplacistas de los equilibrios de precios. Resulta entonces el empleo la variable fundamental a considerar en cualesquiera que sean las propuestas de política económica.

Lastimosamente los liberales más ortodoxos viven en su mundo perfecto de pleno empleo o de desempleo fraccional, por lo que sus herramientas analíticas y conceptuales se han quedado agotadas con creces en los doscientos años adicionales de historia del capitalismo global. Es por eso que la distinción entre mercados de trabajo y mercados de dinero solo es posible si consideramos el mundo de la economía real, el desequilibrio de oferta, los problemas asociados con la calificación y selección del recurso humano, elementos todos que no entran clásicamente en los equilibrios macroeconómicos, ni de los banqueros centrales ortodoxos, ni mucho menos del pequeño grupo neoliberal que tradicionalmente coordina las políticas macroeconómicas.

Ciertamente el empleo es un tema estructural, se relaciona directamente con las características del proceso de especialización productiva y tecnológica del país, se asocia con las instituciones, estructura y arquitectura del mercado de trabajo y está íntimamente relacionado con las políticas macroeconómicas de demanda, que afectan a corto plazo los indicadores de precios y cantidades de la economía. Incluir directamente el objetivo del empleo y su calidad en los indicadores de solvencia económica de corto plazo es vital para evitar olvidar o olvidarse de tan crucial variable económica, manejarlo adecuadamente con la visión de estructura y no de coyuntura es también un tema central.

Lamentablemente, hay a quienes les asusta o les parece demasiado innovador incorporar el empleo en la función de resultados de la economía. Deberían retomar sus clases de alfabetización de segunda ronda dado que sus doctorados en Chicago o New York han quedado desfasados por el tiempo. La economía global del aprendizaje y la competencia de hoy ponen enormes desafíos a las economías pequeñas como la costarricense, siendo el tema del empleo un tema clave de abordar. Establecer en la función objetivo macroeconómica una meta razonable de desempleo no es ni descabellado ni indeseable, es por el contrario, necesario apropiado y moderno como paso adelante en la función económica del Banco Central.

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