La incertidumbre política afectó las ventas de grandes superficies en Cataluña

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Se trata de la peor variación en un mes desde abril de 2012 y pesa sobre todo en producto no alimentario.

La incertidumbre política afectó las ventas de grandes superficies en Cataluña

Las ventas en las grandes superficies de Cataluña se redujeron un 11,6 % el pasado octubre en relación con el mismo mes del año pasado, según los datos del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). Como indica La Vanguardia, se trata de la peor variación en un mes desde abril de 2012, cuando se estaba en recesión económica. La incertidumbre generada por el contexto político menguó las compras, según han denunciado diversas asociaciones del sector.

La caída fue especialmente intensa en los productos no alimentarios (-15,5 %, peor variación desde septiembre de 2012), mientras que los productos de alimentación se vieron afectados por una reducción del 6,3 %, peor dato desde agosto de 2014. Respecto al mes anterior, las ventas de grandes superficies retrocedieron un 8,4 % y también en este caso los productos no alimentarios registraron una caída mayor (-10,3 %), en tanto que la alimentación cayó un 6,1 %.

El comercio catalán sufrió en octubre una caída de las ventas del 4 %, con dos factores determinantes: la situación política, que obligó a algunos negocios a cerrar sus puertas en las jornadas de manifestaciones, y una climatología adversa, con temperaturas más altas de lo habitual, que impactó sobre las ventas del sector textil que buscaba iniciar la temporada de invierno.

Días atrás, se informó que las ventas del comercio minorista cayeron el 3,9 % en Cataluña en octubre, mes marcado por la tensión política, si se compara con el mismo mes del año anterior. Es el segundo peor dato a nivel nacional, solo por detrás de Melilla (-4,4 %), y queda muy por debajo de la media nacional (-1,2 %), según los ‘Índices de comercio al por menor’ del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El contexto político perjudicó la facturación de los comercios. Las manifestaciones y movilizaciones obligaron a muchas tiendas a cerrar en días laborables. Además, las dudas del consumidor por la incertidumbre frenaron las decisiones de compra, sobre todo las que requerían mayor desembolso. @mundiario

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