La incertidumbre se mantiene en los mercados laborales de América Latina y el Caribe

Unos trabajadores de la construcción en el Hipódromo, en Ciudad de México (México). / Unsplash/Carl Campbell.
Unos trabajadores de la construcción en el Hipódromo, en Ciudad de México (México). / Unsplash/Carl Campbell.

La agencia laboral de la ONU asegura que la informalidad y las crisis afectan las perspectivas del empleo en la región, por lo que aboga por políticas que promuevan la formalidad.

La incertidumbre se mantiene en los mercados laborales de América Latina y el Caribe

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó este martes su más reciente estudio sobre el panorama laboral, el cual establece que la tasa de desempleo se redujo en 2022 a 7,2% en América Latina y el Caribe, luego de haber alcanzado un 8% en 2019, previo a la pandemia de la Covid-19, periodo que sumió a millones de personas en la pobreza extrema y el hambre.

De acuerdo al informe Panorama Laboral, el mercado de trabajo regional en 2023 será complejo e incierto, ya que persiste la baja calidad de los empleos y la inflación afecta enormemente a los salarios.

Una situación que hace necesario implementar políticas para la creación de empleo formal. De hecho, la directora regional interina de la OIT, Claudia Coenjaerts, considera urgente la elaboración de estas actividades para sostener los salarios.

Según Coenjaerts, la baja desocupación “es una noticia positiva en especial tras la crisis de grandes dimensiones que provocó la pandemia”, no obstante, señaló que este avance podría estancarse dado que el escaso dinamismo de la economía  en 2023 “afectará negativamente la generación de nuevos empleos haciendo que la desocupación registre variaciones a lo largo del año” pudiendo llegar a 7,5%.

Empleos informales

La OIT explicó que la recuperación del empleo fue más alta en las mujeres y los jóvenes debido a que ambos colectivos habían sido los más golpeados por la crisis derivada de la pandemia. No obstante, sostuvo que pese a esto, las brechas estructurales por género y edad se mantienen en los mercados de trabajo.

Ante esta situación, la agencia de la ONU determinó que el problema más urgente en la región es la calidad del empleo, al igual que los ingresos laborales insuficientes de los trabajadores y sus familias. De hecho, el informe indica que la recuperación laboral ha sido impulsada por el aumento de los trabajos informales, que representaron entre 40% y 80% de los empleos generados.

Para Coenjaerts, la realidad “es que una de cada dos personas trabajan en la informalidad, que suele estar acompañada de inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”.

A esto se le suma la inflación, la cual ha generado una pérdida notable del poder adquisitivo de los salarios medios y mínimos, que en algunos países tiene un valor real menor al prepándemico, lo que explica que aunque tengan un empleo formal muchas personas se encuentren en situación de pobreza. Por ello, la Organización Internacional del Trabajo insta a adoptar políticas de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, sobre todo formales. @mundiario

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