La incertidumbre choca con la Bolsa y genera pérdidas en los mercados europeos

Ibex tuvo una leve recuperación.
El índice Ibex 35 con pérdidas / ABC.
Los principales parqués europeos han cerrado la jornada con pérdidas, y el Ibex ha liderado los números rojos: se deja un 1,97% en el día, un 3,81% en la semana.
La incertidumbre choca con la Bolsa y genera pérdidas en los mercados europeos

El mercado está reacio a perder, pero pierde. Las noticias que llegan del otro lado del Atlántico, combinadas con las medidas de emergencia domésticas en la Unión Europea, son un vaivén de ganancias y pérdidas que fatigan a los inversores y los obliga a colocar y sacar capitales en la medida que la dinámica económica mundial evoluciona constantemente hacia terreno negativo, tal como sucedió con el precio de la energía que mueve al mundo; el petróleo, le pasado 20 de abril, cuando se cotizó en menos de cero dólares al entrar en el histórico umbral de los menos (-) 37,63 dólares por barril.

Pero los nuevos factores que están en posiciones diametralmente opuestas y han determinado el juego del mercado financiero global este viernes al cierre de una semana extenuante y traumática para la economía mundial, son el tan esperado fondo de reconstrucción de la Unión Europea y la extensión del megapaquete de estímulo aprobado por el gobierno de Donald Trump para salvar y blindar a la primera economía del mundo, Estados Unidos, de la recesión global causada por la pandemia de coronavirus.

El rebote de la Semana Santa supuso un alivio, pero no fue suficiente para el Ibex, que arrastre consigo las pérdidas perennes de un mercado que se hace cada vez más pequeño a medida que la economía española se termina de congelar y se crea un esquema de financiamiento y euros circulantes provenientes de la liquidez del Estado y no de la actividad económica real. El selectivo español se ha dejado en los últimos 15 días las ganancias de las cuatro jornadas previas a la Pascua, que constituyeron su mejor semana desde junio de 2012.

La remontada después de un marzo para el olvido por culpa del coronavirus no está siendo sencilla. Ahora los inversores tienen que apalancar esas pérdidas con nuevas inyecciones de capital mixto, tanto en instrumentos de renta variable (acciones) como en instrumentos de renta fija (bonos de deuda) para garantizar rendimientos que puedan proveerles el colchón que necesitan como amortiguador si el mercado entra en una nueva espiral de caída libre.

El día después preocupa porque la Unión Europea aprobó lo superficial, pero no afina los detalles y la letra pequeña de un contrato que pone en duda el sistema de ditribucion de rentas del fondo para cada país según determinadas condiciones impuestas desde el alto establishment en Bruselas. Las certezas sobre la recuperación económica aún se antojan escasas: los planes de desconfinamiento avanzan muy lentamente por el estado de temor social y crisis socieconómica que tiene a la población europea en un dilema existencial sobre la supervivencia sin fuentes de sustento económico a la espera de ayudas estatales que no terminan de llegar, los de reconstrucción no se concretan, la gran esperanza del medicamento contra la pandemia se desvanece y la vacuna parece una utopía, pues la prioridad número en la agenda de la comunidad internacional parecer ser la reactivación de la economía y, en segundo plano, la solución farmacéutica y biológica a esta crisis sanitaria.  

En ese contexto, los principales parqués europeos han cerrado la jornada con pérdidas, y el Ibex ha liderado los números rojos: se deja un 1,97% en el día, un 3,81% en la semana y vuelve a mínimos de principios de mes, lastrado por la banca. Esto representa pérdidas de entre 100 y 200 millones de euros en la jornada.

La sesión empezó mal y ha acabado peor. Las Bolsas ya daban por descontado el acuerdo del Consejo Europeo de este jueves. También su cantidad: más de 1,5 billones de euros. Querían un plan concreto. Y no lo obtuvieron, dado que la cifra no ha sido oficializada, por lo cual podría demorarse aún más el plan de rescate y su mecanismo de ejecución.

Los 27 países miembros de la UE acordaron la creación de un fondo para la reconstrucción tras la crisis del coronavirus, pero sin precisar cómo se llevará a cabo, mientras el diario Financial Times revelaba que un ensayo clínico del fármaco Remdesivir de Gilead, que hizo subir a las Bolsas el pasado viernes, había fracasado, lo que desplomará las acciones de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo en su afán por encontrar la vacuna dentro de una carrera científica que no cesa y en la que están en juego muchos intereses financieros y geopolíticos para las potencias del mundo; Estados Unidos, China y Europa.

Con esos baches, a los parqués europeos solo les quedaba esperar un impulso del otro lado del Atlántico. Pero esta vez no se dio el tan esperado efecto rebote que sí se transmitió con la aprobación del paquete de estímulo por 2,3 billones de dólares para reanimar la economía estadounidense.

A diferencia de otras ocasiones, este incentivo del aliado transatlántico nunca llegó: Wall Street abre con dudas y el plan de estímulos de más de 450.000 millones de euros (484 millones de dólares) aprobado por la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos no sirve para animarlo. El rojo, por tanto, fue la constante en la jornada de hoy y no se generó el incentivo que supondría un eventual traslado de parte de esos capitales en inversiones altamente líquidas en los centros financieros europeos. Los tenedores de fondos prefieren, por ahora, quedarse en EE UU, donde existen mejores perspectivas económicas a corto plazo que en Europa.

Los parqués del Viejo Continente han registrado pérdidas superiores al 1%, con la excepción de Milán, que se ha dejado un 0,68% del capital en acciones de empresas italianas en el camino. La mayoría cotiza ya en mínimos mensuales.

El descenso del número de muertos en Europa durante los últimos días —España ha registrado este viernes su dato más bajo del mes— supone un triste consuelo para los principales selectivos, que no han podido consolidar la remontada de las dos últimas jornadas pese a la estabilización de los precios del crudo. La motivación intrínseca es que la economía europea se estimule y se reactive para generar más demanda de petróleo en favor de la operatividad, la oferta de mercado y las acciones de esas compañías, pero un escenario tan positivo como ese tendrá que esperar a que baje la marea en la economía mundial. @mundiario

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