Los impuestos al trabajo cayeron en 2016 por tercer ejercicio consecutivo

Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.
Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.

La recuperación económica sigue dando muestras positivas en las tributaciones a los trabajadores, detalla un informe presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

Los impuestos al trabajo cayeron en 2016 por tercer ejercicio consecutivo

Los impuestos están recogiendo la cosecha sembrada por la recuperación económica a nivel mundial y la lenta desaparición de los efectos de la crisis. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado su informe Taxing wages 2017 (Impuestos a los salarios) y en el mismo explicó que los impuestos al trabajo se redujeron en 2016, siendo ya el tercer ejercicio consecutivo en que se detecta una baja a los mismos.

La organización establecida en París sometió a análisis la presión fiscal sobre la renta salarial y las contribuciones a la seguridad social en cada país, que se conoce en el ámbito como cuña fiscal, explica El País. En otras palabras, los impuestos que pagan trabajadores y empresarios, restando las prestaciones familiares recibidas sobre sus pagos. De acuerdo a la ecuación, la presión fiscal sobre el trabajo se redujo en parte el año pasado por tercer ejercicio consecutivo, descendiendo hasta un porcentaje del 36%. El año previo, había sido del 29%. Con ello, se giran los aumentos que habían caracterizado sus reportes en los años que sucedieron a la crisis, explica la OCDE.

El año pasado, las cuñas fiscales más altas se reportaron en Bélgica, con un 54.0%; Alemania, con un 49.4%; Hungría, con un 48.2%; y Francia, con un 48.1%, aunque éstas en el apartado de trabajadores solteros sin hijos, aclara El País. La tasa más baja se registró en Chile, que llegó solamente al 7%, seguido de Nueva Zelanda y México, con un 17.9% y 20.1%, respectivamente. En el caso puntual de España, la cuña fiscal media para un trabajador sin hojos subió hasta el 39.5%, dejando de largo la media.

Esta reducción a la carga fiscal inició en 2013 y ha continuado sin interrupciones desde entonces. Sus motivos, entre otros, son las reformas fiscales, dentro de las que se cuentan las rebajas del IRPF, implementadas por varios países en los últimos años. La organización encabezada por Ángel Gurría toma a Bélgica y Austria como ejemplo pues ambos implementaron sendas rebajas en los impuestos sobre la renta.

Con todo, el estudio destaca que 20 de los 34 países con los estados más ricos del planeta aumentaron esta cuña, contrastando con los restantes 14 en que la misma se redujo. El desenlace es que aquellos que recortaron la tributación del IRPF bajaron más en relación a los que subieron.

El proyecto también resalta que las tributaciones sobre el trabajo que pesan sobre familias con niños están muy por debajo que los que deben pagar los trabajadores individuales sin hijos a excepción de Chile y México, en el que dichas tributaciones son iguales. El año pasado, la presión fiscal media de la OCDE para familias con hijos pero con solo una fuente de ingresos llegó al 26.5%, 10 puntos menos que la tasa media que debe pagar un trabajador único, destaca El País. Como promedio, en los países de la OCDE la brecha entre cuñas fiscales de las familias y los tributadores individuales subió de manera leve de 2015 a 2016.

"Los impuestos sobre la renta del trabajo para el trabajador promedio en toda la OCDE siguen cayendo ligeramente, a pesar de esta disminución se debe en parte impulsado por las reformas en un puñado de países", analiza Pascal Saint-Amans, encargado del Centro de la OCDE para la Política y Administración Tributaria. "Impulsar los incentivos de trabajo de las personas de bajos y medianos ingresos mediante la reducción de la presión fiscal sobre las rentas del trabajo sigue siendo un medio importante para fomentar el crecimiento inclusivo", complementó.

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