Grameen Bank, el banco de los pobres

Grameen Bank.
Grameen Bank.

El profesor Muhammad Yunus, padre de los microcréditos, fundó el Grameen Bank orientado al desarrollo de los más pobres y que obtuvo el Nobel de la Paz en 2006.

Grameen Bank, el banco de los pobres

¿Tienen todos los ciudadanos las mismas oportunidades? ¿Pueden en igualdad de condiciones acceder a financiación? ¿Se puede dejar de ser pobre por sí mismo? Estas preguntas y muchas otras más han sido formuladas durante decenios. Parece lógico que no todos los ciudadanos tengan el mismo acceso a la financiación, las garantías son un activo del que no todos los ciudadanos gozan y que es condición “sine qua non” para el acceso al crédito.

El profesor Muhammad Yunus puso en los años 70 un proyecto de investigación para diseñar un sistema de microcréditos que pueda otorgar la posibilidad de desarrollarse a la población rural pobre de Bangladesh. Ya en 1983 crea el Grameen Bank (banco del pueblo en Bangalí), institución pionera de lucha contra la pobreza basada en un sistema que permita a los mismos pobres ser los artífices de la huida de su propia pobreza.

Este sistema permite acceder a una fuente de financiación mínima que permita poner en marcha pequeños proyectos empresariales que favorezcan el desarrollo de estas familias y así aumentar su nivel de ingreso. El propio profesor Yunus comenzó a realizar préstamos muy reducidos a personas, que por su nivel de carencia extrema, no gozaban de garantías suficientes para acceder al crédito tradicional ni a ningún tipo de recurso, salvo los proporcionados en el mejor de los casos, por las organizaciones no gubernamentales. La pequeña cuantía que otorgaba el Grameen Bank –préstamo medio inicial inferior a 50 dólares- junto a una tasa de interés, que a pesar de ser elevada inicialmente, suponía una cantidad ínfima, facilitaba la devolución del microcrédito. Los resultados del proyecto de Yunus apoyaban la idea inicial; los receptores eran capaces de emprender pequeños proyectos tales como fabricación de cestas u otros utensilios, que les permitía mejorar sus condiciones de vida.

Las tasas de devolución de préstamos se situaron en torno al 98% a lo largo de los primeros años de vida del Grameen Bank. Se conseguía aliviar la pobreza tanto cuantitativa como cualitativamente y de un modo sostenible desde el punto de vista financiero. Además contaba con un sistema innovador de desembolso y reembolso de fondos, en el cual se establecía un préstamo inicial de cantidad pequeña, que se podía renovar en cantidades que iban en aumento si se cumplía correctamente con las obligaciones derivadas del contrato, obligando a los clientes a ser disciplinados.

El Grameen Bank también concebía la cesión a grupos mancomunados. El banco únicamente prestaba a uno de los miembros del grupo, haciéndolo responsable del pago, e impedía la capacidad crediticia al resto del grupo si éste no cumplía su obligación contractual. Así, los propios clientes eran analistas de la viabilidad real del proyecto y aseguradores del crédito.

La fuerte orientación social del banco y su sistema innovador de microcrédito, llevaron al profesor Yunus y al Grameen Bank a recibir en octubre de 2006 el Premio Nobel de la Paz “por sus esfuerzos para crear desarrollo económico y social desde abajo”. En nombre de los inversionistas del banco, Mosammat Taslima Begun aceptó el premio Nobel, quien en 1992 utilizó su primer crédito del Grameen Bank por 20 dólares para comprar una cabra, y llegó a convertirse en un emprendedor exitoso y miembro del Consejo del Banco.

A pesar de todo, el sistema del microcrédito es muy complejo y lleva a una ausencia de consenso por parte de los expertos sobre su buen funcionamiento y rentabilidad. Alrededor del Grameen y de su creador Yunus, se han generado toda clase de conflictos y controversias a lo largo de los años, pero que no con ello se subestime el fin para el que fue creado y la mecánica que siguió, un banco con un fin social, que generó oportunidades para la sociedad más pobre de Bangladesh y que suscitó una gran repercusión.

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