El Gobierno está subiendo la recaudación del IRPF sin modificar los tipos de gravamen

Pedro Sánchez. / Borja Puig de la Bellacasa, de Pool Moncloa
Pedro Sánchez. / Borja Puig de la Bellacasa, de Pool Moncloa
Recauda más por fenómenos derivados de la pandemia: el afloramiento de una parte de la economía sumergida debido a una mayor digitalización de las transacciones, el acceso a las ayudas públicas y, sobre todo, a los ERTE, además del impacto de la inflación.
El Gobierno está subiendo la recaudación del IRPF sin modificar los tipos de gravamen

La recaudación impositiva y los afiliados a la Seguridad Social han marcado cifras récord en 2021 a pesar de que el PIB todavía no ha recuperado ni la mitad de lo perdido durante la covid. La recaudación tributaria ascendió hasta 223.382 millones de euros, un 14% superior a la del año anterior, por encima del último ejercicio precovid-19. ¿Cómo es esto posible? La razón está en dos fenómenos económicos derivados de la pandemia: 1) el afloramiento de una parte de la economía sumergida como consecuencia de una mayor digitalización de las transacciones, y 2) el acceso a las ayudas públicas y, sobre todo, a los ERTE, además del fuerte impacto de la inflación.

Así, mientras el PIB nominal, que incluye la inflación, avanzó un 5%, la recaudación impositiva lo hizo un 15%, una brecha que nunca se había producido sin cambios aparentes en los tributos y a pesar del impacto de las medidas fiscales en el ámbito sanitario y eléctrico, que restaron 2.392 millones de euros a la recaudación potencial.  Solo se recuerda un gap semejante entre recaudación y PIB después de la fuerte subida impositiva que llevó a cabo el gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012, cuando el sector financiero fue intervenido. 

Ahora, la mejora se nutre de una mayor recaudación del Impuesto de sociedades, que ingresó un 67,9% más, 26.628 millones de euros, fruto del incremento de las ganancias, el levantamiento de provisiones y la caída de las reducciones. Lejos, con todo, de los 40.000 millones de euros que recaudaba en 2007. Los Impuestos Especiales aumentaron un 5% su aportación, mientras el IVA recaudó 72.493 millones de euros, un 14,5% más que en 2020, a pesar de las rebajas de tipos para algunos productos, como consecuencia de la recuperación del consumo y el incremento de precios, que proporciona mayores bases a grabar.

Sin embargo, la mayor recaudación procede del IRPF, que recaudó 94.546 millones de euros, un 7,5% más, máximo histórico que superó todas las previsiones, gracias al aumento del empleo y al mantenimiento de las rentas a través de las ayudas públicas.

Las previsiones de ingresos para 2022 son todavía mayores y parte de este efecto se debe a una subida encubierta de impuestos que se realiza a través del efecto de la inflación sobre el IRPF, lo que se conoce como progresividad en frío o rémora fiscal, es decir, un incremento de gravamen consecuencia de considerar un aumento de capacidad económica del contribuyente cuando en realidad no es así. Para entenderlo, en una situación de subida generalizada de los precios como la actual, con una subida media de inflación del 3,1%, si los salarios se actualizan en la misma proporción, el contribuyente tiene exactamente la misma renta real que antes de la subida de salario, no ha ganado poder adquisitivo, simplemente lo mantiene. Si la tarifa de IRPF no se actualiza también en un 3,1%, está considerando que el incremento de renta nominal que ha tenido el contribuyente se corresponde también con un aumento de la capacidad adquisitiva, cuando no es así.  

Los presupuestos generales del Estado prevén recaudar 5.586 millones más en IRPF, de los cuales 3.586 proceden del aumento del impuesto a las rentas más altas, mientras que los 2.000 millones restantes se generarán como consecuencia de la no actualización de las tarifas y otros elementos esenciales del IRPF. Es decir, un contribuyente medio pagará aproximadamente 96 euros más de lo que le correspondería en este ejercicio según su renta real.  Se tributará más con el mismo salario nominal, lo que detrae renta disponible y va en contra del precepto constitucional del artículo 31.1, que mandata que “todos (los españoles) contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica…” .

En definitiva, se ha subido el IRPF sin que se haya tocado la tarifa, precisamente por no hacerlo. Para no perjudicar a los contribuyentes del principal impuesto del sistema fiscal español debiera actualizarse el impuesto al mismo nivel que la inflación. @mundiario

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