El Gobierno de EE UU enviará cheques por 1.000 dólares a los ciudadanos para reanimar el consumo

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El secretario del Tesoro de EE UU, Steven Mnuchin / Reuters.
Si bien no forma parte del estilo de gobierno de Trump, es una medida necesaria ante la caída del consumo, en el país norteamericano por la agresiva propagación del coronavirus. 
El Gobierno de EE UU enviará cheques por 1.000 dólares a los ciudadanos para reanimar el consumo

El objetivo de la mayor potencia económica, geopolítica y militar del mundo, en este momento, es uno solo: frenar la propagación de la pandemia de coronavirus. La Casa Blanca, el Congreso y la Reserva Federal son las cartas que se juega el Gobierno de Estados Unidos para hacer frente a una crisis que, al menos en los papeles, no se esperaba, pero que de seguro su sofisticado y audaz aparato de inteligencia ya sabía: el estallido (accidental o no) de una presunta arma biológica de alcance planetario, cuya responsabilidad Pekín le atribuye a Washington y viceversa. 

Es por ello que el gobierno de Donald Trump está en proceso de remitir al Congreso un enorme paquete de estímulo financiero de cerca de 850.000 millones de dólares para frenar el descalabro económico provocado por la expansión del coronavirus", según ha confirmado el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en la misma comparecencia.

Esta medida de estímulo fiscal busca mucho más que inyectar liquidez en la economía estadounidense, pues a diferencia de las tendencias de suministro de capitales que han seguido casi que en una estela los países más poderosos de Occidente y Europa, EE UU tiene previsto reanimar el consumo e imprimirle fuerza a los circuitos financieros reales, bancarios y empresariales a partir del combustible más potente que tiene la Reserva Federal: la emisión masiva de dólares como proporción de al menos un 20% del PIB. 

De una envergadura no vista desde la Gran Recesión, se trata de un conjunto de medidas de alivio a las pequeñas empresas y a las aerolíneas, e incluye ayudas directas a los ciudadanos como parte de una política de subsidios que, si bien no forma parte del estilo de gobierno de Trump, es una medida necesaria ante la caída del consumo, que ya generará un efecto de lastre del -0,1% del producto interno bruto estadounidense al cierre de 2020, según la OCDE.

“Vamos a lo grande”, ha resumido el presidente Donald Trump este mediodía (hora de Washington) en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. De esta forma, se denota la posición de Trump de poner toda la carne en el asador para saturar la economía estadounidense de capitales públicos con el objetivo de que una buena parte de ese flujo sea captado en forma de créditos por el mercado bursátil y así volver a plasmar velocidad en la circulación de capital en el mercado interno y en la exportación de la divisa verde hacia los contraídos mercados europeos y asiáticos, principales víctimas de la pandemia. 

“Estamos estudiando enviar cheques a los estadounidenses inmediatamente”, ha dicho Mnuchin. “Y me refiero a ahora, en las próximas dos semanas”. Mnuchin no confirmó el monto de los cheques con el que se está trabajando. Pero algunos senadores, como el republicano Mitt Romney, con quien Mnuchin estuvo reunido el lunes por la noche, han hablado de cheques de 1.000 dólares. “Esa es una de las ideas que nos gustan”, ha reconocido el secretario del Tesoro el martes en la Casa Blanca, según declaraciones recogidas por Reuters. 

Un financiamiento libre y directo por 1.000 dólares a cada ciudadano activo en el mercado laboral estadounidense podría generar un importante efecto rebote en el consumo hasta llevarlo a una liquidez real captada en ese segmento de la economía a un 10% del PIB. @mundiario

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