El Gobierno confirma que el ingreso mínimo será activado en mayo con disensos en la administración

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El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá (izq.), y el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias / elplural.es
Su presentación y la concreción de los detalles van a tardar más de lo que había anunciado el miércoles el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Se abre una marcada falta de consenso. 
El Gobierno confirma que el ingreso mínimo será activado en mayo con disensos en la administración

La falta de acuerdos, disensos e impasses procedimentales dentro de la administración de Pedro Sánchez se mantienen perennes. El Gobierno español no solo enfrenta serios problemas de índole sanitaria y económica, sino que también se mantiene el siempre latente conflicto político y divisiones entre matice ideológicos de dos izquierdas que son como el agua y el aceite. El PSOE y Podemos no terminan de encontrar los más mínimo puntos de convergencia en pro del bienestar del pueblo español. Por el contrario, las tensiones internas se traducen en una apremiante carrera a contrarreloj que tiene en vilo a la ciudadanía por la presión socioeconómica que sufren ante el shock de la pandemia del coronavirus.

Y es que el Gobierno insiste y mantiene su mes tope para la entrada en vigencia del ingreso mínimo vital: mayo. El quinto mes del año parece ser el campanazo final que marcará el inicio de una política pública que los españoles llevan mucho tiempo esperando, pero que ha venido a ser estudiada a fondo y aprobada en medio de una crisis sanitaria que no se veía desde 1918 y una crisis económica cuyo último precedente devastador para España fue la Guerra Civil de 1936-1939.

Sin embargo, su presentación y la concreción de los detalles van a tardar más de lo que había anunciado el miércoles el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Entretanto, la crisis sanitaria sigue su curso y el brote de Covid-19 se expande en el país hasta llevar al límite la capacidad del sistema de salud y del sistema fiscal del Estado, que en estos momentos se encuentran al borde del colapso logístico y financiero, respectivamente.

El también ministro de Derechos Sociales había señalado este jueves como la fecha elegida para la materialización de una de las iniciativas estrella del Ejecutivo, acelerada por la crisis del coronavirus. El ingreso mínimo vital ha sido una propuesta tan promocionada, que incluso se ha convertido en la principal arma política de Pedro Sánchez para recuperar el terreno perdido en las encuestas de popularidad y los índices de valoración de su gestión.

Sin embargo, el responsable de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, dijo a primera hora haberse enterado “por los medios de comunicación” de esos planes y añadió que todavía “faltan algunos flecos”, reseñó El País. Esta situación denota el contexto de falta de cohesión que hay dentro del Gobierno para mantener las decisiones compactadas en un solo bloque político y administrativo.

Minutos después, Iglesias dio marcha atrás y rebajó el tono: lo que ayer era una fecha fija para presentar la iniciativa, ahora era tan solo “nuevas reuniones para terminar de definir todos los detalles”. Así el discurso del Ejecutivo cayó en una semántica de contradicciones que no hacen sino generar incertidumbre y descontento social en la población española, lo que tiene amplias repercusiones políticas y electorales a largo plazo. @mundiario

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